CARTAS A LOS PERDIDOS

Cartas a los perdidos es una historia realista, sumamente atrapante y con una protagonista que nos enseña que a veces estar roto no está mal. 

El libro sigue la vida de dos personajes totalmente opuestos entre sí, Juliet y Declan. 

Juliet es una chica que hace unos meses perdió a su madre en un terrible accidente. La madre era fotógrafa y viajaba alrededor del mundo cubriendo zonas de guerra y causas muy importantes. Por esta razón, Juliet la idolatra y no la ve muy seguido, pero tienen una forma de comunicación: las cartas. A pesar de que cuando pueden se comunican por vídeo-llamadas o mensajes, ambas son aficionadas a las cartas. 

Cuando su madre muere, Juliet sigue escribiéndole cartas y llevándolas al cementerio en donde pasa largas horas. Sabe que su madre no le va a responder, pero es la forma que encontró para seguir "comunicándose" con ella. Un día, una de las cartas que deja es respondida. A pesar de sentir indignación porque alguien violó su privacidad, se ve atrapada en la interacción que se crea con quien sea que responda sus cartas. No le conoce, pero siente que lo entiende, y que él la entiende a ella.

Declan Murphy es un chico bastante problemático y con muy mala fama en el instituto. Un día siente que no aguanta más y choca la camioneta de su padre. Por esta razón, la jueza lo condenó a trabajo comunitario, y le tocó ayudar al encargado del cementerio. Esto no es que le haga mucha gracia, pero prefiere eso a estar en su casa con su madre y su padrastro. 

Cierto día encuentra una carta en una de las lápidas y decide leerla. Sin pensarlo, le responde, y antes de darse cuenta, están escribiéndose con la chica que deja las cartas de forma anónima. Él podría intentar googlearla, después de todo sabe el nombre de la madre de la chica, pero eso haría que todo perdiera el encanto. Declan también está roto, también perdió a alguien, y también siente que la chica misteriosa es la única que lo entiende. ¿Qué pasará al final entre estas dos personas? ¿Podrán ayudarse o ambos terminarán destrozados por las pérdidas que los aquejan?

Es un libro increíble sin fantasmas ni cosas fantasiosas, jaja. No sé porqué pensaba eso, pero me alegré haberme encontrado con esta historia tan realista. Por un lado tenemos a Juliet que está totalmente rota por haber perdido a su madre. No ha vuelto a ser la misma desde su accidente, no sonríe, y ni siquiera ha tomado una cámara fotográfica. Me pareció una chica muy dulce, buena e íntegra, aunque con reacciones propias de los adolescentes. 

Declan, por el otro lado, está totalmente roto. No voy a decirles quién es la persona que pierde, ni las causas, pero su situación me angustió aún más que la de Juliet, porque me pareció tan, pero tan injusto. Él no fue el culpable para nada, y sin embargo arrastra todo ese dolor sumado a un sentimiento de culpa que no merece. Es increíble como muchísimas veces los adultos actúan como niños, y los niños son los que tienen que actuar como adultos. Más que increíble es algo indignante y que no debería pasar nunca -ya sé que sueno muy utópica, pero ustedes me entienden-.

Los personajes secundarios me gustaron muchísimo, sobre todo los mejores amigos de Declan y Juliet. Me parecieron muy fieles, divertidos y se preocupaban demasiado por todo lo que pasaba con los protagonistas. El padre de Juliet me sacó más de una sonrisa y también lágrimas, porque su personaje me pareció que estaba retratado de forma preciosa. 

Hay un par más que no son ni fu ni fá, pero me alegro de que estén ahí siendo funcionales a la historia, de otra manera el libro podría haber resultado muy denso. 

No había leído nada de la autora antes, y espero que no sea lo último que lea de ella, porque me pareció que tiene una pluma directa, sin rebusques y que hilvana las frases de forma precisa. El estilo es acertado para lo que narra y hay ciertas oraciones que parecían casi poesía de lo bonitas que eran. 

El ritmo fue ideal, ni muy rápido ni muy lento. Por suerte conocemos los puntos de vista de ambos protagonistas, es un capítulo cada uno, y esto lo hace más rico a la hora de leer. 

El final me gustó mucho, aunque no sea muy obvio, el romance no es lo principal en el libro, se trata más de avanzar y ver cómo quien menos lo esperas puede ayudarte.

Cartas a los Perdidos es una historia única que ahonda en el sufrimiento de cada uno, en la recuperación y en cómo a veces las personas menos pensadas son quienes en realidad nos ayudan.