Han pasado siete décadas, pero los rostros sonrientes del grupo de artistas y maestros, que se autodenomina El Club de la Memoria, ya no van a abandonar a la joven, de forma que sus miedos y sus sueños se van entrelazando con las peripecias y las emociones de aquellos otros jóvenes tan lejanos cuyas vidas fueron atravesadas por la guerra y el exilio.
Los miembros de El Club de la Memoria se comprometieron a dejar constancia escrita de su aventura vital, lo que nos permite revivir —?a través de diarios, cartas y recuerdos que la narradora va recuperando a lo largo de la geografía europea?— los amores e ilusiones, pero también las imposturas y traiciones, de unos hombres y mujeres que de otra forma habría borrado el tiempo.