Y un asesino en serie que aterroriza a los habitantes de la capital norteamericana: sus espeluznantes crímenes, en apariencia insolubles, desconciertan al FBI y al servicio secreto.
¿Quién es en realidad este psicópata que se hace llamar «El hijo de Lindbergh» y que se dispone a culminar su macabra trayectoria perpretando un crimen monstruoso? Y, aún más importante, ¿quién es su próxima víctima?...
James Patterson alcanza aquí la cota más alta de su narrativa: un sangriento puzzle que discurre a ritmo vertiginoso y perfila magistralmente una de las figuras patológicas más inquietantes de los tiempos actuales: el perturbado en cuya mente habitan dos personalidades opuestas que sólo se reconcilian mediante el exorcismo de la sangre.