El 20 de enero de 1942, en Villa Marlier, junto al lago Wannsee, miembros de las SS, de la GESTAPO, del ejército y del gobierno nazi, se reúnen para debatir sobre lo que ellos llamaron, con un terrorífico eufemismo, la “cuestión judía”.
El resultado de la reunión es el de llevar a cabo la “solución Final”. Nuevamente, bajo un eufemismo se esconde el horror absoluto: el exterminio físico de toda la población judía de Alemania y del resto de países germanizados.
Así, toda la ingeniería nazi se pone a trabajar perfeccionando un sistema de exterminio que, en lugares como Auschwitz, llegaría a acabar con 10.000 judíos diarios.