jueves, 28 de mayo de 2020

POR QUÉ VOLVÍAS CADA VERANO

Publicado por Lucky en 21:34 0 comentarios
Belén López Peiró tiene 26 años, es periodista, escritora y una mujer muy valiente. 

A Belén se la nota decidida y desenvuelta. No quiso callar más el abuso sexual que sufrió durante su adolescencia. Primero tuvo que reconocerse víctima para poder salir de ese lugar y finalmente animarse a denunciar. A través de la escritura, su mejor arma para defenderse, encontró herramientas para que su voz resuene.

La infancia y adolescencia de Belén transcurrieron entre capital federal y la localidad bonaerense de Santa Lucía, el pueblo de su mamá. Cuando las clases terminaban, armaba sus cosas e iba a pasar el verano a la casa de sus tíos y sus primos. Allí su tío abusaba de ella. Siempre de noche. Siempre de espaldas, sin mirarla a los ojos. Un tío policía bien macho, de poder adquisitivo alto, destilando su poder y su fuerza hasta cuando iba a visitar a sus familiares; dejaba su arma reposando a la vista de todos. Un tío que, tal como lo narra Belén en el libro, creía que podía tomar prestada la niñez de una mujer y destrozarla. 

“El abuso, como una violación, como una violencia, genera una forma de expropiación. No te sentís dueña de tu propio cuerpo. Una vez que tenés las herramientas para volver a adueñarte, para tratarte bien, para cuidarte, se te abre otro mundo de posibilidades”, manifiesta Belén acerca de su proceso de reconstrucción.

Hace unos años empezó un taller literario dirigido por la escritora Gabriela Cabezón Cámara. A pesar de su vocación de periodista, quería explorar su creatividad y ejercitar su escritura de manera literaria. Todo cambió cuando a los y las talleristas les llegó una invitación de Abuelas de Plaza de Mayo a enviar relatos sobre identidad para compilarlos en un libro para adolescentes. “Sentí que como mujer tenía que hacerme cargo de eso. Era un pendiente: hacerlo por mí y por otras mujeres”, aseguró Belén acerca del momento en que decidió relatar la historia del abuso.

A lo largo de la novela, además de contar la negación de algunos de sus familiares ante la confesión y las trabas propias del poder judicial, Belén le pide a su mamá que no le suelte la mano, que no la entregue cada verano. Sin embargo, está convencida de que la historia del abuso las ayudó a recomponer la relación. “Cuando le conté, ella me pidió disculpas. Pudo hacer desde ese día todo lo que sentí que no había hecho antes. Fue la primera persona que me creyó cuando le dije que me había pasado algo. Tuvo los ovarios bien puestos para hacer la denuncia y acompañarme a declarar”, sostiene Belén.

“Por qué volvías cada verano” –editada por Madreselva- es una novela polifónica. No solo es la voz de Belén la que está presente en el relato, sino también la de sus familiares y conocidos, abogados, médicos y sus declaraciones testimoniales en la causa. “Es importante que se pueda transmitir todo, el contexto, el momento. El hecho en sí fue grave, me generó tristeza, pero lo que más me dolió fue todo lo que se decía en relación al abuso”, confiesa Belén.

La elección del léxico también hace a la crudeza del relato. Quienes se sumerjan en las páginas de esta novela podrán sentir cada palabra como un puñal. La autora es explícita, va al hueso, escribe sin vueltas. “Me di cuenta que hay que nombrar las cosas por su nombre, ni suavizarlas, ni teñirlas. Las palabras tienen un peso tan fuerte que no puede existir la careteada”, afirma.

Belén encontró en el libro una forma de hacer justicia propia, a pesar de que la batalla judicial todavía no esté del todo ganada. La causa fue iniciada en agosto de 2014 y al día de hoy, están esperando la elevación a juicio. Belén logró cerrarle la puerta en la cara al miedo. Ese temor que la recorría antes y durante el proceso judicial, cada vez que iba a declarar a tribunales, cada vez que tenía que detallar dónde y cómo su tío la había abusado. “Con el taller de escritura, dejé de padecerlo, dejé el miedo y la tristeza de lado, y entendí que ya no estaba más sola”, aseguró.

Esta novela es un grito, una denuncia, pero también una manera de sanar. Belén descubrió la posibilidad de transformar el dolor y convertir su libro en un instrumento de lucha, de contención y acompañamiento para aquellas que no se animan a denunciar.

“Esta es mi forma de militar. Muchas lectoras me dicen que el libro las ayudó a hablar. Eso es lo que más me enorgullece”, revela y suelta una sonrisa.

La tapa del libro también es de su autoría: es la entrada a Santa Lucía. La pintó cuando era chica. Aunque su pasión por la pintura se encuentra en “stand by”, tiene ganas de retomar el pincel y el lienzo en algún momento. Ella ve en el libro el cierre de una etapa de su vida y el inicio de una nueva llena de posibilidades a nivel personal y profesional. “Así como mi vida no empieza ni termina en el abuso, en la literatura tampoco empiezo ni término ahí”, concluye Belén.

LAS GENEALOGÍAS

Publicado por Lucky en 12:28 0 comentarios
Las genealogías: Glantz, Margo: Amazon.com.mx: LibrosLas genealogías de Margo Glantz es un libro que peregrina de un mundo a otro, estableciendo siempre un nuevo principio de significación y recuperando una renovada vigencia con una sorprendente vitalidad. 

Es peculiar esta errancia, por lo menos en sus ediciones en español, que semeja de alguna manera lo que se cuenta dentro del libro. Publicado por Martín Casillas en Ciudad de México en 1981, había ido apareciendo previamente y por entregas en el diario mexicano Uno más uno. Después de eso, Las genealogías han sido publicadas en Lecturas Mexicanas por el Estado mexicano en 1987, en Alfaguara en 1990 y 1997, hasta recalar finalmente en Pre-Textos, probablemente su lugar más adecuado, en una bella edición, con nuevas fotografías familiares, con la fotografía en la portada de un niño judío ortodoxo por delante de una multitud, que señala su indudable procedencia y sentido.


Las genealogías es la relación de los hechos de una pareja judía que emigra a la ciudad de México y vive en ella a lo largo de tres generaciones, es decir, durante la mayor parte del siglo XX. «Todos, seamos nobles o no, tenemos nuestras genealogías», escribe Margo Glantz al inicio de su libro, y sigue: «Yo desciendo del Génesis, no por soberbia sino por necesidad. Mis padres nacieron en una Ucrania judía muy diferente del México donde tuve suerte de ver la vida entre los gritos de los marchantes de la Merced». V. S. Naipaul, que pertenece a una estirpe parecida, la de los brahmanes, en cuanto a su calculada continuidad y su remontarse a equivalentes orígenes, le diría que no, que ellos son la excepción, y que la historia demuestra que son los colonizadores los que tienen genealogías, pues los colonizados, sean éstos descendientes de esclavos negros llevados a América o indígenas aborígenes en una sociedad nueva, no remontan su historia más allá de la tercera generación.

Margo Glantz, y su libro lo soba y repasa, tiene el privilegio de pertenecer a una genealogía que, como ella dice, se remonta al Génesis, pero que, como le sucede también a Naipaul, al tener el valor de inscribirse e integrarse progresivamente en una sociedad más amplia y también más moderna y abierta, inaugura y continúa una pertenencia a varias genealogías, que en el caso de Margo Glantz se despliega por México, Estados Unidos y Rusia. El rastro, por usar un título caro a Margo Glantz, de esa progresiva laicización, es quizás una de las cosas más interesantes que suceden en Las genealogías, y probablemente lo que permite, como a Naipaul, que ese ejercicio genealógico de sus comunidades siempre referido a una historia mítica y colectiva, se refunda en una historia familiar y se reconstruya en narración personal. Porque no todas las familias no colonizadas tienen el privilegio de reconstruir una historia familiar. Se necesita el ejercicio, el placer y la disciplina de la escritura, en varias generaciones, para que esto suceda.

Una de las fuentes documentales, por ejemplo, más maravillosas de la historia inglesa proviene de las cartas que una sola familia fue escribiéndose durante varias generaciones, hasta que dejó de ser necesario o la costumbre se perdió. Que Margo Glantz o V. S. Naipaul se hayan convertido en escritores proviene de movimientos parecidos, en los padres de ambos, en un esfuerzo por inscribirse en sus sociedades y, esto es importante, por convertirse, dentro de ella, en escritores. Naipaul cuenta esto con detallada hermosura en Una casa para el Sr. Biswas y, más documentalmente, en las cartas que se escribe con su padre a su llegada a Londres, y Margo Glantz lo va desarrollando en la progresiva narración de la vida de su padre, desde el pueblo de campesinos judíos de Ucrania, amenazados y atacados continuamente por los pogromos: «Estamos en 1917. Entro a casa del tío y por poco me vuelvo loco, el tío tenía una larga barba, rizada y roja totalmente tinta en sangre, y él mismo estaba sentado en un río de sangre, con los ojos abiertos, con el miedo de la muerte aún no apagado, tal vez hasta respiraba; junto a él, envueltos en una sábana, todos los utensilios de la casa, todo lo que había de plata o de cobre, los candelabros sabáticos, el samovar. Entonces yo, muerto de miedo, sin saber qué hacer, corrí fuera de la colonia como demente. El pogromo duró varios días, Salí al campo profundo, pero sin agua, y encontré un pozo abandonado, y me aferré a los peldaños y ahí estuve varios días. Cuando oí que estaba todo calmado, salí. Antes, oía los gritos tremendos de las muchachas y los nov». A lo cual Glantz responde, mostrando el camino al que su padre la llevó: «Me parece conocido –intervengo–, es como esas bolas que contaban nuestros novelistas del siglo XIX y como algunas de las que contaban los que escribieron la novela de la revolución mexicana; las bolas y las levas, la confusión, el saqueo, la muerte». Lo que me parece interesantísimo en este diálogo es la marca de apropiación inconscientemente puesta por Glantz cuando dice «nuestros novelistas», refiriéndose a los pertenecientes a la historia literaria de México, que ella misma ha sido una de las principales en formar, impulsar y estudiar. Por supuesto, no es mi intención, ni remotamente, cuestionar las pertenencias de Margo Glantz, y aclaro esto porque no sería la primera vez que se le cuestionan a una persona sus pertenencias, elegidas o no. Creo que cada uno es de las patrias que se merece o inventa, y en el plano personal, no todas tienen la misma dignidad. Lo señalo porque esa frase marca el progresivo distanciamiento que dándose en la familia de Margo Glantz de la ortodoxia religiosa a la afirmación individual y familiar de un, llamémoslo así, liberalismo. Al mismo tiempo, como contrapartida, están también las presiones exteriores o sociales que marcan al individuo de regreso en una fijación que bien ya había abandonado, bien simplemente no consideraba pública. Como espejo de esa escena en Novo Vitebsk, Ucrania, antes de la Segunda Guerra Mundial el padre de Margo Glantz fue atacado en su tienda de bolsos. «En enero de 1939 mi padre fue atacado por un grupo fascista de Camisas Doradas que se reunieron en la calle Dieciséis de Septiembre, donde mis padres tenían una pequeña boutique de bolsas y guantes llamada Lisette. La barba, el tipo de judío y quizá su parecido con Trotsky hicieron de Jacobo Glantz el blanco perfecto para una especie de pogromo o linchamiento. Trataron de colocar a mi padre sobre la vía del tren para que éste le pasara encima, mientras otros arrojaban piedras y gritaban insultos tradicionales [¿qué querrá decir Margo Glantz con lo de «insultos tradicionales»?]. Mi padre pudo escapar, ayudado por algunos transeúntes asombrados, entrar a la boutique y subir al tapanco. El hermano de Sequeiros, que pasaba por ahí y entraba a saludar a mis padres, se colocó en la puerta con los brazos extendidos y gritó: Péguenme a mí». La historia continúa y Jacobo Glantz se salva. La historia tiene algo chusco, y todavía más si la ubicamos en México, donde probablemente fue uno de los pocos actos abiertamente antisemitas (el término me molesta, pero es el que se usa) que se dieron, pero es un ejemplo de cómo una misma escena puede disolverse en el anecdotario o convertirse en el principio de un acabose.

Lo que el libro de Margo Glantz va narrando es, repito, esa progresiva laicización. Es interesante, en ese sentido, la narración del viaje del padre de Margo Glantz a Moscú y su acercamiento, dado que era poeta, a los poetas revolucionarios y comunistas. Por el lado de su madre, a su vez, la narración de sus estudios de medicina, que es lo que quiere ser. El viaje a México cancela realidades y abre otras, la madre de Glantz no puede continuar sus estudios ni ejercer, pues una amiga le robó sus papeles. Entonces empieza a hacer otras cosas. Lo mismo el padre, que de escribir en ruso pasa a escribir en iris. Pero es sintomático que una vez en México no decida ponerle a sus hijas nombres judíos. Sólo a la menor de las cuatro, ya quizás en medio de un resensibilizacion de la cuestión judía, la llaman Shulamis. Margo Glantz estudia en la Universidad de México, donde enseña hasta la actualidad, y su libro es el notable ejemplo y ejercicio de esta laicización. Lo que demuestra que la educación laica es necesaria e indispensable. Una muestra de esto se da en la parte gráfica del libro, donde el padre de Margo Glantz aparece en compañía de su madre, vestidos ambos de carnaval, de mexicano, muy joven, probablemente recién llegado, de poeta serio, siempre en pose y por lo mismo siempre festivo. Lo que se nota es que su padre tenía sentido del humor, como lo tiene Glantz, con las bromas que va intercalando en su texto.

FARAONES

Publicado por Lucky en 12:19 0 comentarios
Faraones eBook: Canal Historia: Amazon.es: Tienda KindleUn viaje apasionante por la historia del antiguo Egipto a través de la figura de sus monarcas. 

Canal Historia nos desvela los misterios más asombrosos y desconocidos de los personajes que gobernaron un imperio en nombre de los dioses.

¿Quiénes fueron los faraones de Egipto y cómo lograron forjar un imperio a orillas del Nilo?

¿A qué dioses adoraban?

¿Qué les llevó a erigir las pirámides y cómo lo hicieron?

¿Dónde escondieron sus tumbas y tesoros?
¿Quién fue el faraón más poderoso?

¿Cuál de ellos, mil años después de su muerte, aún era conocido como «el santo»?

¿Hubo mujeres que gobernaron Egipto?

Mediante un recorrido de miles años, descubriremos el nacimiento, auge y caída de una de las civilizaciones más fascinantes de la Antigüedad. Conoceremos las vidas, secretos y anécdotas de los grandes protagonistas del antiguo Egipto: Akhenatón, «el Faraón Hereje», la reina Cleopatra, Imhotep, el constructor de pirámides, Keops, el megalómano, o Tutankhamón, «el Faraón Niño». 

Un relato épico de miles de años, con el sello de rigor y amenidad que solo Canal Historia puede otorgar.

EL LAZO INVISIBLE

Publicado por Lucky en 12:14 0 comentarios
Libro - El Lazo Invisible - Claudia Barzana - $ 981.23 en Mercado ...Cuatro mujeres unidas con la sutileza de un zurcido que hilvana lo que cada una percibe, lo que cada una anhela. Cuatro mujeres entrelazadas por la fuerza de eso que las vincula, que las hace amigas, que las hermana. Cuando el mundo vea por primera vez una guerra fuera de toda escala, el tejido que las une comenzará a rasgarse. 

Emma y Rose son amigas desde la infancia. Deciden instalar una casa de modas en Buenos Aires. Rose dibuja los modelos, diseña, cose. Cada pieza es también una historia para contar, un universo en sí mismo. Emma es quien se ocupa de seducir a las clientas, de invitarlas. 

Martina es hermana de Emma y una de las pocas mujeres cirujanas de la época. Acaba de recibir una invitación para hacer una residencia en París, algo que, emocionada, quiere compartir con Sofía. Sofía es pianista, toca con las orquestas de tango en lugares de mala muerte en los que se siente feliz de que la escuchen sin que nadie la vea de verdad. Compone canciones en secreto para el hombre que la desvela.

Cada una tiene un anhelo, cada una está ligada a la otra por un lazo que amenaza con romperse cuando la Primera Guerra Mundial estalle. Emma y Rose deberán lidiar con revueltas sindicales, con un amor que va más allá de las traiciones de la sangre. Martina elegirá quedarse en un hospital de guerra a ayudar a los heridos y vivir el amor como si no hubiera un mañana. Sofía buscará su pasado irlandés y a su amor, aunque eso la deposite en el ojo de la tormenta.

Cuatro mujeres en tiempos de una guerra que iba a cambiarlo todo, cuatro amigas que se resisten a la distancia que se les impone. Claudia Barzana ha escrito una novela que es muchas a la vez, coral, intensa, que enhebra una trama sin fisuras.
 

CRONICA DE UNA AMANTE DE LOS LIBROS Template by Ipietoon Blogger Template | Gift Idea