miércoles, 3 de julio de 2019

LA VILLA DE LAS TELAS

Publicado por Lucky en 15:02 0 comentarios
Después conocer en diferentes ficciones la vida en Inglaterra durante la Primera Guerra Mundial, Anne Jacobs abre las puertas a la Alemania de la época en esta historia al más puro estilo Downton Abbey desarrollada en Augsburgo, una de las ciudades más antiguas del país. La mansión Melzer ha pasado a ser un hospital militar y las mujeres de la familia han tomado el mando para sacar adelante el patrimonio familiar en plena guerra.

Augsburgo, 1916. La mansión de la familia Melzer pasa a ser, por necesidad, un hospital militar. Las hijas de la casa, ayudadas por el servicio, se convierten en enfermeras que curan, cuidan y escuchan a los heridos en combate.

Entretanto, Marie, la joven esposa de Paul Melzer, se hace cargo de la fábrica de telas en ausencia de su marido. Sin embargo, recibe una terrible noticia: su cuñado ha caído en el frente y Paul es ahora un prisionero de guerra.

Marie se niega a que las circunstancias la venzan y lucha con todas sus fuerzas por preservar el patrimonio familiar. Pero, mientras no pierde la esperanza de volver a ver a Paul con vida y se deja la piel en la fábrica, el elegante Ernst von Klippstein aparece en la puerta de la mansión, empeñado en no perder de vista a la joven y bella mujer que tiene entre sus capaces manos el destino de la familia Melzer.

LAS HIJAS DE LA VILLA DE LAS TELAS

Publicado por Lucky en 14:12 0 comentarios
En esta ocasión la historia da comienzo en 1916, inmediatamente después del momento en que dejamos la anterior con las nuevas circunstancias en que quedaron sus personajes. El tiempo pasado cambió la vida de todos ellos y sin embargo ahora se enfrentan a un cambio mayor, más poderoso e inevitable. Y es que la declaración de la I Guerra Mundial hará que las cosas dejen de funcionar como hasta el momento lo habían hecho y se vean obligados a adaptarse a los nuevos tiempos. Esto ocurre en la gran mansión de los Melzer que ahora estará al servicio de la contienda como un hospital. Pero ¿Qué será de sus habitantes?

Nos vamos a encontrar conflictos personales entre sus personajes que viven historias de amor, de lealtad, de perdida, esperanza, traición, supervivencia y secretos.  Y además, por si no fuera poco, todos ellos van a vivir condicionados por la guerra. No es que la autora nos vaya a contar la parte bélica sino que veremos cómo unos y otros se vieron afectados por ella o como la vivieron.

Es obvio que en tiempos de sangre, hambre y hombres ausentes de sus hogares la fábrica textil de la que viven los Melzer se pondrá en peligro. Pocos pueden pensar ya en telas, ropas, fiestas y bailes como habían hecho hasta ahora cuando sus propias vidas corren peligro y es difícil hasta conseguir haría para hacer pan.  

Las hijas de la villa de las telas también es una novela coral prácticamente. Nos vamos a encontrar con muchos de los personajes que ya conocimos en la entrega anterior (junto a otros nuevos) aunque en algunos casos sus vidas han cambiado sustancialmente.  Han encontrado su camino, han madurado y son personas diferentes. Un buen ejemplo es Marie, una muchacha de origen humilde que llegó a la casa con afán de ganarse la vida. Un personaje al que vimos luchar y que seguiremos observando en la misma tesitura. En esta ocasión al frente de la mansión en la que se ha instalado un hospital para los heridos de guerra mientras que intenta que la fábrica no se venga abajo. La vida del resto de los Melzer así como la del resto de personal de servicio de la casa también ha cambiado. 

En definitiva, aunque a veces es peligroso acercarse a segundas partes. En esta ocasión merece la pena porque vamos a encontrar una continuación que está completamente a la altura de la primera conformando de nuevo una historia que te atrapa, cuyos personajes te seducen y con tramas que la hacen muy entretenida.   

EL LEGADO DE LA VILLA DE LAS TELAS

Publicado por Lucky en 14:05 0 comentarios
Augsburgo, 1920. El estado de ánimo en la villa es optimista respecto al futuro. Paul Melzer ha regresado del frente y toma las riendas de la fábrica decidido a que el negocio familiar recupere su antiguo esplendor. Las cosas van bien incluso para su hermana Elizabeth, que regresa a casa ilusionada con un nuevo amor. Pero «felices para siempre» puede estar aún lejos para los Melzer. Marie, la joven esposa de Paul, quiere cumplir un viejo sueño: tener su propio taller de moda. A pesar de que sus modelos y sus diseños gozan de éxito, su alegría se ve empañada por las constantes discusiones con su marido. Incapaz de soportarlo más, Marie, la mujer que mantuvo a flote la fábrica, la villa y a toda la familia cuando más la necesitaron, toma una dura decisión y abandona la mansión junto a sus hijos.

Lo primero que me gustaría comentar tiene que ver con la sinopsis del libro. Después de leer los dos libros anteriores y ser testigo de la historia de amor entre Paul y Marie, ha sido como una bofetada leer en la contraportada que Marie abandona la villa y además se lleva a los niños. No es una queja "romántica", entiendo que es algo que podía ocurrir, pero hubiera sido toda una sorpresa descubrirlo mientras leía, ya que no ocurre precisamente en el capítulo uno, pero bueno... ya no tiene remedio.,

"El legado de la villa de las telas" arranca tres años después de la vuelta a casa de Paul Melzer tras la guerra. Se perdió los primeros cuatro años de la vida de sus hijos gemelos (Leo y Dodo), pero ahora que los niños ya tienen siete años tiene muchos planes para ellos.  Cree que va siendo hora de ir encauzando el camino que deben seguir para que sean lo que él espera, sin importarle demasiado hacía donde van los gustos de los pequeños. Por otro lado, la fábrica vuelve a trabajar a buen ritmo, gracias al ingenio y buen hacer de Marie durante la guerra, pero ahora que Paul ha vuelto, parece que su lugar está de nuevo en el hogar, al cuidado de los niños. Sin embargo Paul sabe que Marie aspira a algo más y decide sorprenderla montando para ella un atelier donde pueda dar rienda suelta a sus diseños y crear fantásticos vestidos para lo mejor de la sociedad alemana. Quizás lo que Paul no esperaba es que Marie tuviera tanto éxito y las cosas empiezan a torcerse un poco.

Por otro lado también seguiremos de cerca la vida de las hermanas de Paul, Kitty y Lisa. Kitty siempre ha sido un apoyo para Marie y aunque su personaje siempre me ha resultado demasiado excesivo e infantil, en esta novela es donde más me ha convencido. Es una mujer que tras quedarse viuda, ha sabido salir adelante, es moderna, lucha por la igualdad de las mujeres y no duda en poner a su hermano en su sitio si hace falta, pero lo hace de forma que nadie es capaz de enfadarse con ella. Kitty tiene una hija también de siete años (Henny) que es tan espabilada como su madre.

En cuanto a Lisa, la  habíamos dejado viviendo en la finca de su tía Elvira en Pomerania con su marido y sus suegros y donde también acabó trasladándose Sebastian Winkler para hacerse cargo de la amplia biblioteca que allí poseen. El matrimonio de Lisa es realmente una pantomima, pero mientras Sebastian esté cerca no le importa demasiado, sin embargo algo ocurrirá en Pomerania, que hará que Lisa acabe de nuevo en Augsburgo y menos mal, porque durante su ausencia y con el éxito del atelier de Marie, en la villa decidieron contratar a una persona para encargarse del cuidado de los niños que no es otra que una vieja amiga de Lisa, Serafina von Dorbern, el personaje más odioso de esta historia (aunque seamos sinceros, también le da mucha vidilla a la historia) y culpable de muchas situaciones desagradables entre la familia y los trabajadores de la villa. Cuando Lisa regresa, desde luego casi no reconoce en esa mujer a su supuesta amiga y lo que tiene claro es que no le gusta nada.

Por supuesto no podemos dejar de lado otra parte importante de esta serie, y es todo el personal al servicio de la villa. Me encantan los momentos en los que todos se sientan en la mesa de la cocina alrededor de algún plato de la señora Brunnenmayer, que lleva décadas en la villa y a la que todos aprecian sinceramente. Me ha gustado reencontrarme con Hanna, Humbert, Else, Auguste y su marido Gustav, Gertie, conocer a Julius, el nuevo lacayo de la villa e incluso a Maria Jordan, un personaje que desde la primera novela ha evolucionado un montón. Eso sí, no he entendido muy bien a qué ha venido que le ocurriera lo que le ocurre en este libro.

La verdad es que me ha entretenido bastante esta novela que a pesar de sus seiscientas páginas he leído muy rápidamente.  Sin ser una lectura vertiginosa me ha gustado cómo ha ido fluyendo la historia sin perder ritmo y logrando atrapar mi atención. Me ha gustado cómo la autora le va dando protagonismo en los diferentes capítulos a los distintos personajes, a Paul y Marie, a los trabajadores de la villa, a Lisa, Kitty o a los niños, unos niños que me han encantado por la pasión que demuestran siendo tan pequeños hacia lo que les gusta aún sabiendo que no es lo que se espera de ellos y la decepción que eso puede suponer para un hombre como Paul Melzer, que en esta historia empieza a parecerse más a su padre de lo que él mismo desearía.

Me ha gustado la descripción de este Augsburgo tras la guerra que lucha por recuperarse poco a poco teniendo que acatar las restricciones de los aliados sobre Alemania, como la prohibición de volar (de los aviones con motor) o la de construir más.

Pero lo que más me ha gustado es ver la evolución de las mujeres de esta historia, decididas a conseguir lo que quieren. Elegir por ellas mismas si quieren cambiar el largo de su falda o de su pelo sin consultarlo con su marido antes, esa forma de ir eliminando barreras para que puedan conducir un coche sin un hombre al lado, o subir a un tranvía sin que nadie las cuestione. El contrapunto a todo esto quizás está en otra mujer, la madre de Paul, Alicia, una mujer de antes para que todas estas "modernidades" no auguran nada bueno y claro apoyando a Alicia, la petarda de Serafina.

 

CRONICA DE UNA AMANTE DE LOS LIBROS Template by Ipietoon Blogger Template | Gift Idea