miércoles, 15 de julio de 2015

EL CINECLUB DE MERYL STREEP

Publicado por Lucky en 15:38 0 comentarios
Las hermanas Isabel y June y su prima Kat, distanciadas desde hace años tras una tragedia familiar, son convocadas a pasar unos días en el hostal que la madre de Kat posee en la costa de Maine. 

Aunque sorprendidas por esta invitación, las tres aceptan. Cada viernes por la noche se reunirán, un poco a desgana, para ver las películas de la actriz favorita de la anfitriona, Meryl Streep. 

Sin quererlo, acabarán compartiendo secretos, hablando sobre el amor y la vida, poniendo en duda todo lo que creían saber sobre ellas. Con películas de fondo como Mamma Mia, Los puentes de Madison County y Memorias de África, las tres descubrirán quiénes son en realidad y qué es lo que de verdad quieren.

La madrugada del día de Año Nuevo de hace quince años, Lolly Weller, que regenta un pequeño hotelito familiar en Boothbay Harbor, en el estado de Maine, se encuentra en la cama con su marido Ted, que ya duerme, y viendo en la televisión una película de Meryl Streep. Su hija Kat y sus dos sobrinas, Isabel y June, están también en sus camas desde hace mucho rato. Sus sobrinas están allí porque la hermana de Lolly, Allie, y su marido han ido a celebrar la nochevieja a un hotel cercano. En ese momento suena el teléfono y Allie le pide a su hermana que vaya al buscarles, que han bebido mucho y así no pueden conducir: Lolly despierta a Ted para que vaya él y aprovecha para hacer una llamada de teléfono mientras llega de vuelta… pero jamás llegará. Un accidente de coche acabará con la vida de Ted y de sus cuñados.

Quince años después Lolly se pone en contacto con sus sobrinas June e Isabel, que tras el accidente vivieron con ella hasta que se independizaron, porque quiere darles una noticia. Isabel, casada y sin hijos, acaba de descubrir que su matrimonio es una mentira y que su marido le es infiel. June, que fue madre soltera con apenas 21 años tras una aventura apasionada de apenas dos días, trabaja en una librería en Portland, pero de repente se ha encontrado sin empleo y sin casa. Para ambas volver a lo que podrían llamar hogar familiar, al que sólo regresaban en fechas concretas, es también una huída y una búsqueda de refugio. Allí encontrarán a Kat, su prima, que no sabe para qué las ha llamado su madre y las tres piensan que va a vender el hotelito. Pero Lolly les anuncia que padece un cáncer bastante avanzado y que quiere que ellas se hagan cargo de todo mientras sigue le tratamiento.

Para Isabel y June es la oportunidad de alejarse de sus problemas a pesar de su nula experiencia en la gestión y mantenimiento de un hotel. Con Kat la relación es lejana, aunque se tienen cariño y las tres quieren mucho a Lolly, pero todo es nuevo y complicado. Para unirlas como grupo, cada viernes por la noche, Lolly organiza sesiones de cine en la que participan las cuatro y algunos huéspedes. Será un ciclo de Meryl Streep y tras ver cada cinta, hablaran de lo que han visto y sacarán conclusiones de lo ocurrido en las películas pero también de sus propias vidas o de lo que podían haber hecho o no. Recordarán su infancia, su juventud, sus errores y aprenderán a perdonarse y a entender qué es lo que quieren. Y se unirán más que nunca alrededor de Lolly, que poco a poco va cediendo a la enfermedad.

Las protagonistas tienen cada una su propia historia, generalmente marcada por la desgracia que las unió aquella madrugada de Año Nuevo, y cada una, posteriormente, tomó un camino guiadas, supuestamente, por amores intensos que las completaban. Isabel se casó con Edward, a quién conoció en el grupo de apoyo para superar la muerte de sus padres. Él es toda su vida, su único amor, con el que llegó a un pacto que ahora empieza a escocerle en el alma… y descubre en una tarde que no sólo le es infiel sino que lo es con una conocida de ambos. Y además le confiesa que la ama. Hacerse cargo del hotel de Lolly por tiempo indefinido le dará perspectiva. Y conocerá a Griffin, un huésped muy atractivo y encantador que volverá a hacer latir su corazón.

June se quedó embarazada con 21 años de un chico al que conoció una noche y que antes de 48 horas había desaparecido de su vida sin dar más explicaciones. Su hijo es su razón de vivir, pero el recuerdo de John no deja de perseguirle. Se ha quedado anclada en aquellos dos días de pasión y amor descontrolado y no saber qué fue de él le impide seguir adelante con su vida o conocer a alguien a quien amar. Su regreso a Boothbay Harbor hará que se reencuentre con Henry Books, dueño de la librería del pueblo, y que es también guapo, fuerte y con un atractivo arrollador.

Kat mantiene una relación con Oliver, su amigo de la infancia, con quien no tiene secretos y que la conoce mejor que nadie. Todo el mundo da por sentado que se casarán y vivirán en el pueblo, pero Kat no termina de estar segura ni de querer quedarse allí ni de los sentimientos hacia Oliver. Le quiere, sí, pero hay algo que no termina de encajar. La enfermedad de su madre hará que conozca a Matteo, uno de los médicos que la tratan, hijo de padres italianos que regentan una pastelería en el pueblo. Y como no, Matteo es guapísimo, fuerte, musculoso y atento.

Resulta cuando menos curiosa esa repetición de estereotipos masculinos para los tres. No se si es que en ese pueblo sólo había hombres de anuncio o es que la autora quería hacer hincapié en que sus protagonistas podían conseguir tales ejemplares sin más ayuda que su encanto personal. Y ahora que lo pienso, lo cierto es que las descripciones detalladas brillan por su ausencia. Se nos dan ciertos datos, como el color de pelo o de ojos o la forma de vestir, sobre todo para las chicas y en los hombres se incide mucho en los músculos del torso o de los brazos. Lo demás queda un poco a la imaginación del que lee.

Igual que June, aunque en su caso se me ha hecho muy complicado entender esa fijación casi enfermiza por el padre de su hijo, un músico que en pocas horas le dio una pasión que desconocía y que desapareció para siempre sin una palabra. June se ha cerrado al amor porque siempre piensa que John va a aparecer por la puerta para cuidar de ella y de su hijo y las preguntas del niño sobre su padre no hacen sino aumentar su obsesión. Incluso cuándo la oportunidad de ser feliz se le pone justo delante de los ojos ella sigue aferrada a un recuerdo. Intenso, sí, pero brevísimo y sin final concreto.


Kat a veces resulta francamente molesta. Sumida en un pozo de dudas acerca de su relación con Oliver, se mueve en un constante “ni contigo ni sin ti”. Está segura de amarle, pero no concibe la vida casada con él. Tiene inquietudes, quiere viajar, mejorar sus habilidades como repostera haciendo cursos, visitando otros países y su relación con Oliver parece anclarla al pueblo. Pero nunca dice nada, jamás cuenta qué le pasa por la cabeza y a veces dan ganas de gritarle a la cara que reaccione de una vez. Además la enfermedad de su madre hace que aun esconda más profundamente sus deseos y se convenza, artificialmente, de que su boda con Oliver le traerá felicidad. Su continuo debate consigo misma parece saltar cuando conoce a Matteo, pero ni así modificará su actitud.

Lolly es el centro alrededor del que giran su hija y sus dos sobrinas. Siempre ha sido una mujer fuerte que las sacó adelante con esfuerzo y con cariño y ahora, debilitada por la enfermedad y la quimioterapia, sigue haciendo lo posible por que sean felices. Sus sesiones de vídeo en la sala del pequeño hotel le traen pequeñas alegrías cotidianas. Puede hablar de los personajes, de las frases dichas, de lo mucho que Meryl Streep supone en su vida. Y se da cuenta de que cada viernes y cada película son un revulsivo hacía las tres chicas, porque empiezan a interiorizar cosas que hasta ese momento ni siquiera podían entender. Incluso ella se dará cuenta de cómo están cambiando. Y quizá podrá, en algún momento, contarles el secreto que ha llevado en el alma desde la noche del accidente.

La facilidad con que June consigue trabajo en la librería de la localidad gracias a su amistad con el dueño es casi milagrosa al igual la adaptación de las tres a la gestión del hotel de Lolly, fácil y sin fisuras, incluso sabiendo que su relación anterior era errática y se veían apenas tres veces al año. Hay saltos temporales, con periodos de tiempo no demasiado prolongados, que a veces cuesta coger cuándo llegan hasta que has leído un par de páginas porque piensas que continuas dónde lo habías dejado un momento antes y es posible que hayan pasado dos o tres semanas.

No he podido identificarme con ninguna de las protagonistas, aunque en según que situaciones sí que puedes entenderlas. Tienen modos de pensar muy curiosos y aunque puedes reconocer algunos (sobre todo si ha habido en tu vida traumas infantiles o perdones que no se han dado) en general las tres protagonistas parecen moverse en el filo de situaciones que no resultan muy creíbles. O quizá es que el modo de ver las cosas en Maine no coincide en demasiadas cosas con el nuestro. Y sus relaciones con los hombres están lastradas por pesos muy poderosos hasta que consiguen sacudirse el exceso de equipaje. Pero los hombres que están ahí para descubrirles otro mundo son también muy curiosos: no parecen tener defectos, siempre están dispuestos a escuchar, a entender, a dar tiempo, a complacerlas en todo, a abrazar sin ninguna otra intención. Y eso es casi un recurso de novela romántica o a mí me lo parece.



EL PODER DE LA PANTERA

Publicado por Lucky en 15:23 0 comentarios

Anochece sobre Miranda de Ebro, y multitud de criminales y maleantes se mueven a sus anchas, trapicheando y llevando a cabo sus sucios negocios. 

Pero esta noche, una nueva figura se ha unido a la fiesta, se trata de una hermosa y grácil figura femenina, que se mueve con la agilidad de los grandes felinos, recorriendo la ciudad, impartiendo Justicia allí donde la justicia ordinaria no llega. 

Ella es La Pantera, y los malvados susurran su nombre con temor.

EL CRIMEN DE LEÓN

Publicado por Lucky en 15:14 0 comentarios
Un crimen casi inexplicable se perpetraba en la tarde del 12 de mayo de 2014 en León. La conmoción del asesinato de Isabel Carrasco Lorenzo sacudía España, paralizaba una campaña electoral y provocaba un «aquelarre» inaudito en internet. 

Este libro trepidante recorre los 250 pasos que su víctima, la presidenta de la Diputación leonesa, daría al encuentro de su propia muerte. Una mujer, más temida que amada, abatida por otra mujer. 

A lo largo de estas páginas se van desgranando escenas que pretenden descubrir el lado oscuro de la ambición que anida en algunas personas de la buena sociedad, el afán de venganza por supuestas traiciones, el corrupto ambiente político y financiero que envolvía las guerras libradas por los poderosos del lugar, las sombras de una investigación judicial compleja, el coraje de un hombre convertido en héroe por el azar, la detención de Montserrat y Triana madre e hija, artífices de una alianza perversa y un plan frío y calculado, el indescifrable papel de la otra imputada, la policía Raquel, y el análisis psiquiátrico y criminológico de un caso insólito, un complot de maldad que no siempre implica locura...

Isabel Carrasco, la política con más poder en la provincia de León, fue tiroteada la tarde del 12 de mayo. Hay tres detenidas por el crimen: Montse, acusada de apretar tres veces el gatillo; su hija Triana, y una amiga de esta, policía local. El sumario intenta encajar todas las piezas de este complicado puzle. Lo único que parece claro es que la homicida actuó por odio, porque Isabel era "un demonio" que había destrozado la vida de su hija, que arrastraba graves problemas de ansiedad. Los investigadores intentan ahora dilucidar si el crimen estuvo preparado o fue algo casual y, sobre todo, el papel de Raquel, la amiga de Triana que entregó el revólver a la Policía 26 horas después del crimen. Esta es la anatomía de un homicidio. Isabel Carrasco llegó a acumular trece cargos públicos en la provincia de León.La última comida. Isabel Carrasco Lorenzo, 59 años, acaba de comer en el céntrico mesón del Hotel Conde Luna. Es lunes 12 de mayo. 

Lo ha hecho acompañada de un veterano periodista y su mano derecha en la Diputación Provincial. Tras el almuerzo va andando a su casa, en el número 34 de la avenida Condesa de Sagasta. Se cambia de ropa porque quiere ir más cómoda al mitin que esa tarde preside en Valladolid Mariano Rajoy para arropar al cabeza de lista a las elecciones europeas, Arias Cañete. Isabel se ha puesto un pantalón negro, una cazadora azul con el reverso rosa y unas sandalias fucsia. No se olvida de las gafas de sol. Ha quedado con compañeros de partido en la sede del PP leonés, en el paseo de Salamanca, justo enfrente de su casa. Solo tiene que cruzar la pasarela del río Bernesga. Sale de casa. Mientras camina está distraída mirando el móvil, intercambiando mensajes en Whatsapp. Ambulatorio y viaje al pueblo. Montserrat González Fernández, a una semana de cumplir 59 años, y su hija, Triana Martínez, de 34 años, se han levantado tarde en el ático que Triana tiene en el número 1 de la calle Cruz Roja. Han ido a comprar el pan y a las 13.36 horas están en una sucursal de Caja España, ingresando 800 euros en la cartilla de la abuela. Comen mejillones. Triana ha querido invitar a almorzar a su amiga Raquel Gago, policía local, de 41 años. Pero Raquel no ha podido ir: trabaja en turno de mañana. Se pasa luego, más tarde, sobre las 16.00 horas, por casa de Triana a tomar un café. Algo rápido. A las 16.52 horas, según el tique de la ORA, madre e hija aparcan en la Gran Vía de San Marcos. Ambas quieren ir a dormir al pueblo de la madre, Carrizo, pero antes Montse tiene cita en el ambulatorio, a escasos metros del domicilio de Isabel Carrasco. El lugar del crimen, la pasarela La pasarela. Isabel ha dado 125 pasos desde que salió de su casa. No lleva escolta, a pesar de que, desde hace un año, ha ordenado que se incremente la seguridad en la sede de la Diputación. Un vigilante custodia el pasillo de su despacho. Isabel ha comentado a sus íntimos que ha recibido amenazas de dos mujeres, madre e hija. En la pasarela, Isabel se cruza con un matrimonio, la mujer la reconoce. "Es la de la Junta que sale en televisión", explica al marido. 

Isabel no se da cuenta de que la sigue desde hace unos minutos una mujer con una cazadora negra, guantes, gorro visera y un pañuelo azul que le tapa parte de la cara. Isabel ha recorrido exactamente 49 metros de la pasarela. Un tiro a bocajarro y dos para rematar. Son entre las 17.12 y las 17.18 horas. Montse viene andando por la avenida Condesa de Sagasta. Ha visto a Isabel Carrasco entrar en la pasarela peatonal y la sigue muy de cerca. La conoce, la está buscando. Montse se cruza con el mismo matrimonio que unos segundos antes ha reconocido a Isabel. Montse lleva un bolso negro con cremallera blanca y con unas letras en color blanco que pone la marca, Fornarina. En su interior lleva un revólver Taurus calibre 32 H&R Magnum. De repente saca el arma y dispara a Isabel por la espalda. El tiro queda alojado en el ventrículo izquierdo, es un tiro mortal, "pero no se trata de una herida que cause la muerte de forma inmediata. Quedan unos cuantos minutos de supervivencia y aún de conciencia". Isabel cae despacio y gira la cabeza a la izquierda. Ya en el suelo, Montse la remata. Un segundo tiro en la mejilla izquierda y un tercero en la cabeza. Dos testigos. 

Tras disparar a Isabel, Montse se da la vuelta y regresa sobre sus pasos, hacia la avenida Condesa de Sagasta. Se cruza de nuevo con Pedro y Elena, el matrimonio que segundos antes había reconocido a Isabel. La pareja se ha girado asustada al oír el primer disparo y ha presenciado cómo Montse remata a la política con dos disparos más. Elena cree que la tiradora es una terrorista y que los va a matar. Pero pasa a su lado y sigue andando. Se mete por la calle Lucas de Tuy. Con su gorra y su pañuelo, a Montse no se le ve la cara. Un policía jubilado decidió seguir a la presunta asesina, mientras su esposa llamaba a Emergencias.El veterano policía. Pedro, de 63 años, ha presenciado el crimen. Es policía jubilado. Trabajó en Madrid y Benidorm. Allí persiguió a carteristas y está acostumbrado a seguimientos callejeros. Ironías del destino, su último destino fue Astorga, en León, donde estuvo a las órdenes del marido de la homicida, pero en este momento desconoce ese detalle. Con mucha frialdad, Pedro decide seguir a la presunta asesina mientras su esposa llama a Emergencias aún conmocionada. 

Son las 17.19 horas. Solo Pedro y Elena han presenciado el crimen. Otras tres personas están próximas a la pasarela y escuchan los disparos, pero solo dos de ellos ven huir a la asesina. El vistoso Mercedes de Triana. Después de caminar por Lucas de Tuy, Montse gira a la derecha por la calle Colón, que a su izquierda desemboca en la plaza de Colón. Pedro, el policía jubilado que la sigue, la pierde unos minutos de vista. Pero el instinto no le falla y sabe que esa manzana desemboca en la avenida Gran Vía de San Marcos. Allí la encuentra, justo cuando se va a meter en un Mercedes, matrícula 4557GFR, plateado y descapotable, muy vistoso. No es de Montse, sino de su hija Triana. El coche está aparcado en la esquina de la avenida con la calle Roa de la Vega. Pedro da el alto a una patrulla de la Policía Local y les dice que la mujer que está sentada en el Mercedes acaba de disparar a otra mujer en el río. Entonces se aproxima Manuel, otro testigo, que no vio el crimen pero escuchó los disparos. Vio a Montse salir corriendo del lugar del crimen y también la siguió. ¿Y el arma? El trayecto de huida es clave. Montse se encuentra a su hija en un punto de la calle Colón y le entrega el bolso donde va el arma. "Deshazte de esto", le dice. Nadie las ve. Ni Pedro ni Manuel, los dos testigos que persiguen a Montse. Por eso, cuando los policías locales paran a Montse, Pedro dice a los agentes que "lleva la pistola en el bolso". Pero el bolso ya no está. Y Manuel destaca otro hecho. La mujer a la que siguió llevaba un abrigo oscuro y ahora no. Montse se ha quitado la ropa que llevaba. El abrigo oscuro es hallado por los agentes en el maletero del coche. Pedro y Manuel lo reconocen. El momento de la detención Detenidas. Llegan más policías. Aparece Triana, que dice que es la hija de Montse. "¿Qué es todo este jaleo?", pregunta. Explica que viene de la cafetería Fuensanta. Pero ha estado en otro sitio. Triana y Montse se muestran sorprendidas. "¿Qué tiroteo?, ¿qué arma?". Los agentes están registrando el coche y hay dos hombres allí que acusan a su madre. Triana saluda a uno de los policías locales personados, lo conoce. Al final, madre e hija son detenidas. "Sus explicaciones son incoherentes", reza el sumario. La noticia del crimen de Isabel Carrasco ya es conocida por los agentes, y los testigos insisten en incriminar a Montse. Pero no hay arma. Armas y marihuana en casa de Triana. 

A las 19.25 horas del lunes 12 de mayo, la Policía comunica a Montse y a su hija Triana que están detenidas por homicidio. Todo el mundo sabe que las arrestadas son la mujer y la hija de Pablo Antonio Martínez, jefe de la Comisaría de Astorga de la Policía Nacional. La jueza autoriza el registro de la casa de Triana. Seis agentes entran a las 00.29 horas del ya 13 de mayo. ¿Qué encuentran? En la habitación que usa Montse hay una pistola semiautomática marca Royal Novelty calibre 7.65; 140 cartuchos de distintos tipos; 660 gramos de marihuana distribuidos en siete bolsas; fotos de Isabel Carrasco y de la casa de esta. Yo maté a Isabel. Anoche fue la primera vez que dormí tranquila en años"."No busquéis en el río". Los investigadores separan a madre e hija. Cada una en una comisaría distinta. Triana lo está pasando mal. Le han quitado los cordones y el sujetador para que no se suicide. A las 15.00 horas del día 13 Montse pide un bocadillo de jamón y hablar "con quien lleve la investigación". Está preocupada por su hija y dice que Triana no ha tenido nada que ver en el crimen: "Yo maté a Isabel. Anoche fue la primera vez que dormí tranquila en años". Incluso confiesa su estrategia: contarlo todo y luego decir que está loca. Pero hasta que no aparezca el arma no puede declarar. 

La Policía decide juntar a madre e hija. "No busquéis el arma en el río. La tiene otra persona", explica Montse. "No se te ocurra decir quién la tiene, es policía local", replica Triana. Raquel guarda silencio. Raquel Gago, la policía local amiga de Triana, está afectada por la detención de esta y de su madre. El crimen de Isabel Carrasco es portada en todos los informativos. Se encuentra mal y no quiere estar sola. Por la noche, tres amigas y su hermana Beatriz han estado en su casa comentando lo sucedido. Raquel calla y no dice a nadie que ese mismo día, minutos antes del asesinato de Carrasco, estuvo en casa de Triana tomando un café. Al día siguiente, martes 13, Raquel trabaja en su turno de mañana en el dispositivo de seguridad que se establece para el funeral de la política. Ya por la tarde, acompañada de su hermana Beatriz y su amiga Lorena, bajan al aparcamiento de su casa para arreglar el pinchazo de la bicicleta de Raquel. Las tres, Raquel, Beatriz y Lorena, intentan meter la bici en el maletero del coche de Raquel, un Volkswagen Golf gris matrícula 9542 GKF. 

Abaten los asientos traseros. Hay un par de garrafas de agua. Una se cae y moja todos los asientos traseros. El descubrimiento de Raquel. Al intentar secar el agua, Raquel hace un descubrimiento inesperado a los pies del asiento trasero del copiloto. ¡El bolso negro! El que dejó hace meses a su amiga Triana. ¿Qué hace ahí? Se teme lo peor. Lo abre y ve una pistola. Raquel, la amiga policía, implicada La confesión de Raquel. Raquel apenas puede respirar. Así lo declararía su amiga Lorena a la Policía. ¿Qué hace en su coche el arma? Raquel revela entonces a su hermana y a Lorena la verdad: que la tarde del crimen estuvo tomando café en casa de Triana, sobre las 16.00 horas. Y que minutos después, sobre las 16.40 horas, Raquel aparcó en la calle Lucas de Tuy (casualmente justo en la paralela donde aparcaron Triana y su madre) para ir a una tienda de manualidades. Estaba cerrada e hizo tiempo a que abrieran. Entonces encontró a Julio, un vigilante de la ORA, con el que se puso a hablar. Después apareció Triana, que le dijo "tienes abierto el coche", sin recordar si era una pregunta o una aclaración. Ella seguía hablando con Julio y no se percató si Triana le metía algo en el vehículo. 

Solo recuerda que Triana le dijo que ahora volvía, que iba a la frutería. Debió ser en ese momento cuando dejó el bolso con el arma. A las 17.36 Raquel llama a Triana a ver dónde está, pero Triana en ese momento ya está siendo retenida junto a su madre por la Policía. El vigilante de la ORA, Julio, corroboraría luego esta versión. Aparece el arma. Raquel decide llamar a Nacho, un policía nacional al que conoce, para que venga al garaje y se haga cargo del arma. Son las 19.00 horas del día 13. Nacho aparece acompañado de otro policía. Raquel está llorando y les narra el hallazgo. Encima, el bolso donde está el revólver es suyo, se lo había prestado a Triana hacía meses. La Policía hallaría después en este arma ADN de otra mujer aún sin identificar. Montse se encontró a su hija y le dio el bolso para que se deshiciera de él.Montse lo cuenta todo. Montse lo confiesa todo la madrugada del 14 de mayo. Según ella, el crimen no estaba preparado. Dejó a su hija en el coche y se fue al ambulatorio del paseo Condesa de Sagasta, donde esa tarde tenía cita. De paso iba a hacer lo que ya había hecho muchas veces: intentar ver a Isabel. Sabe que vive en esa calle. Se la encontró por causalidad, la siguió y le metió tres tiros porque estaba harta de lo mal que se había portado con su hija. Había actuado por "odio", por "inquina", por "desesperación". Lo había intentado cinco veces, pero aquella vez llevaba el arma, vio a Isabel y no se lo pensó dos veces. Había comprado el revólver hacía un par de años en Gijón (donde Montse tiene una casa) a un tal Armando García Oliva, un delincuente de poca monta fallecido en enero de 2013. La marihuana se la dio otro tipo al que quiso comprar otra pistola, y este pidió a Montse que le guardara la droga a cambio de prestarle algún día el arma. En el camino de huida, en la plaza de Colón, Montse se encontró a su hija y le dio el bolso para que se deshiciera de él. Mientras volvía al coche de Triana se quitó el abrigo, la gorra y los guantes. Los dejó en el maletero. ¿Estaba el crimen planeado? Triana se deshace del bolso. 

Después de Montse declaró su hija. Esa tarde su madre se fue a pasear (no le preguntó dónde iba) y ella a la pastelería Fuensanta, "aunque la encontré cerrada" (la cámara de la pastelería la graba al pasar). Después se encontró a su madre "nerviosa, pálida y desencajada". Le pide que se deshaga del bolso. Triana se pone nerviosa y echa a andar. En la calle Lucas de Tuy se encuentra "casualmente" a su amiga Raquel". No sabe lo que hay en el bolso que le ha dado su madre, pero saluda a Raquel, que está en la acera hablando con un vigilante de la ORA, y le dice: "Hola, me voy a comprar fruta te dejo esto en el coche". Triana deja el bolso en el asiento trasero del copiloto. Se despide rápidamente sin mediar más palabras y se va al encuentro de su madre. Se la encuentra ya retenida. Las llamadas telefónicas. ¿Estaba preparado el crimen? Todo parece indicar que Montse se lo había imaginado muchas veces, pero no podía saber que esa tarde del día 12 se iba a encontrar con Isabel en la pasarela. ¿O sí? Luego están las llamadas telefónicas, claves en la investigación. En poder de Triana se hallan tres móviles, aunque uno es usado por su madre. A las 17.16.03 horas desde el móvil que usa Montse llaman al de Triana. La llamada dura 32 segundos. La Policía cree que nada más cometer el crimen, Montse llama a su hija para que se encuentren y le da el bolso. Tres minutos después, a las 17.19, Triana llama desde otro móvil, un Nokia, a Raquel. 

Esta llamada dura 17 segundos y la Policía cree que Triana se cita con Raquel para darle el bolso. Curiosamente, el Nokia no está a nombre de Triana, sino de un hombre que aún no ha podido ser localizado porque vive en Alemania. Raquel declaró que recibió una llamada desde un número desconocido pero que nadie contestó. "No sé si colgué yo o ella", declara. ¿Ella? ¿Sabía que era Triana? Raquel incluso negó que tuviera una relación sentimental con Triana y reveló a la Policía que en cambio si mantenía una relación con un hombre casado de León, que acudió a declarar y confirmó su idilio con Raquel. Poder, celos, intrigas y juicios Triana había trabajado para Isabel Carrasco en la Diputación Provincial. También fue militante del PP leonés, formación que Isabel controlaba con férrea disciplina. Triana y su madre, Montse, acusaron a Isabel, en su declaración policial, de arruinar la vida de la joven, que fue apartada del partido y de la Diputación, y perseguida judicialmente por una deuda de 6.500 euros. En el plano personal, Triana acusaba a Isabel de tenerle envidia, incluso las amigas de Triana comentaron a los investigadores que se rumoreaba que la joven tuvo una relación con el novio de Isabel. Ambas mantuvieron una dura discusión en septiembre de 2010, al parecer por un contrato sospechoso. Ahora, años después, ante la jueza que lleva el homicidio de Carrasco, Triana ha reconocido que Isabel adjudicaba contratos a dedo, por un valor superior al real, a la empresa de una alcaldesa del PP, donde casualmente trabajaba Jesús, el novio de Carrasco. El odio se fue acumulando durante años. La madre de Triana, Montse, lo sacó todo el 12 de mayo. 

¿QUE HARÍA JANE AUSTEN?

Publicado por Lucky en 14:52 0 comentarios
Cuando Elenaor acude para concursar con sus últimos diseños de vestidos de época a la semana de la Regencia en una antigua mansión en Inglaterra, no imagina que a la mañana siguiente a su llegada se despertará dos siglos más tarde... ¡En el año 1814! Eleanor acepta viajar hasta los tiempos de Jane Austen para evitar un duelo mortal, pero no sabe cómo debe comportarse, qué debe decir, ni lo más importante. Cómo diferenciar un villano de un libertino. 

El cautivador, díscolo y misterioso Lord Shermont es un reconocido mujeriego, pero. ¿es también un peligroso asesino y espía? Eleanor deberá acercarse mucho a él para descubrirlo. Aunque afortunadamente, la mismísima Jane Austen entrará en escena, y con sus sabios consejos, la ayudará a desenvolverse entre la alta sociedad y en el resbaladizo terreno de sus propios sentimientos.
 

CRONICA DE UNA AMANTE DE LOS LIBROS Template by Ipietoon Blogger Template | Gift Idea