Es el acelerador de partículas más potente del mundo, construido para recrear un momento único: el Big Bang, la gran explosión que dio origen al universo. Hace dos meses que debería haber entrado en funcionamiento, pero algo extraño pasa y los científicos del proyecto están encubriéndolo.
Fuera de las instalaciones, empieza a cundir la intranquilidad y se alzan voces cada vez más radicales contra este experimento en el que los hombres juegan a ser Dios.
Mientras, bajo tierra, unos científicos escépticos —cuya máxima aspiración era desentrañar los misterios del universo, y su mayor temor desencadenar un agujero negro en miniatura— se enfrentan a algo imposible, extraordinario, para lo cual no tienen ninguna explicación racional.