domingo, 5 de febrero de 2017

CÓMO EXPLICARTE EL MUNDO, CRIS

Publicado por Lucky en 21:38 0 comentarios
Un libro como el de Andrés Aberasturi difícilmente soporta un prólogo. Más aún: añadir algo puede estropearlo, interponer un cuerpo extraño entre él y su hijo Cris. La mirada externa, sin embargo, tiene la capacidad de aportar, desde el juego que deja toda reflexión o escrito, un punto de vista que, quién sabe, importa.
Y lo que en este caso importa consiste en mostrar cómo el desnudo de Andrés no es sino para vestir a su hijo. Solo que al igual que en la dialéctica del amo y del esclavo el que acaba vestido es el mismo Andrés. Y por medio un asunto esencial: la tal vez imposible comunicación.
Comunicarse es la tarea más difícil que se nos ha encomendado. La distancia entre cada uno de nosotros es infi nita. No salimos de nuestra piel. Únicamente nos asomamos a los demás. Andrés intenta dar un salto mortal en una batalla heroica y fundirse con Cris. Su hijo no le habla. Una parálisis cerebral que le acompaña desde el nacimiento es la causa de que no le diga palabra alguna o gesto que sea posible interpretar como algo pleno de sentido.
Pero Andrés le hace hablar. A sus manos, a su silla, a sus movimientos, a su siempre implorada sonrisa, a su mutismo, Andrés les da vida. Y desde esa lucha contra el mundo se disparan las preguntas de un padre que, al final, son las de quienes habitamos este frío planeta. Se trata de esa cadena de «porqués» que no acaba nunca. Y todo ello con miedo, nuestro gemelo desde que nacemos, con culpa, carga que nos aplasta, con desesperación.
Causa ternura y dolor contemplar cómo Cris inunda toda la vida de Andrés. Y causa admiración cómo nuestro autor logra decir, con palabra dolorida, clara, contundente, atrevida y valiente, que cada uno de nosotros, de una u otra manera, somos Cris. Por cierto, Dios calla, no abre la boca y no sabemos, parece que no, si le llegan nuestras plegarias o nuestras blasfemias. Pero Andrés no calla. Se ha desdoblado, ha dicho su palabra. Y esta nos interpela, nos angustia, nos coloca junto al abismo. Solo que en este libro, excelente libro, también hay una rampa de salida. Es como si resonara Machado: «Hoy es siempre todavía».
 

CRONICA DE UNA AMANTE DE LOS LIBROS Template by Ipietoon Blogger Template | Gift Idea