Historia que surge ante las dudas que al autor le supuso el cuento de Cenicienta y que resuelve en la misma.
Dudas como, ¿por qué el zapato una vez acabado el hechizo no se desmaterializó, como así ocurrió con la carroza, el vestido, los corceles y el otro, que se quedó en el pie de Cenicienta?, ¿de qué pie era el que se le cayó, el derecho, el izquierdo? De forma realista se nos introduce en el mundo del verdadero sentimiento del amor, lleno de magia y misterio, incluso de un amargo dolor.
Poco a poco se nos va demostrando que la realidad puede ser más poderosa y mágica que los sortilegios más elaborados. Una historia trepidante cuya trama ni se imagina el lector. Dándonos, a medida que transcurre, enseñanzas profundas de vida, la cual sin amor deja de serlo por mucho que se tenga materialmente. Cenicienta y el Trovador es como bien dice su título una "Verdadera Historia de Amor", con todos los ingredientes de un amor real, llena de poesía, belleza, armonía, alegría, sufrimiento y sobre todo comprensión.
En ella, el lector o lectora, se verá siendo Cenicienta o trovador, pues dentro de cada persona hay una Cenicienta, en ella y un trovador, en él. Rompiendo el mito del Príncipe Azul.
Cenicienta y el trovador se trata de una historia que da un giro completo a nuestra leyenda de Cenicienta, adentrándose en los misterios sin desvelar que nunca nos habíamos preguntado de ella.
Al comenzar a leer esperaba, no sé por qué, encontrarme con un cuento narrado en una fecha anterior a la que transcurre la famosa historia, o tal vez, durante la misma. Sin embargo nos empieza a relatar todo desde el momento en que Cenicienta ya está enamorada y prometida del príncipe, con lo que no varía la leyenda original, sino que crea una secuela que cambia nuestra visión anterior.
El hechizo del hada madrina ha desaparecido y Cenicienta comienza a encontrar sentimientos en su interior que no había creído albergar, como el gran amor que siente hacia aquel trovador que cada recitaba bajo su ventana. De forma paralela, se narra la historia de éste joven (sin nombre conocido por el lector) que, al darse cuenta de que su Cenicienta no le correspondía, decide irse a otro reino pues ya nada le ata allí.
Aquí comienza una historia de enredos, con bastante humor por parte del autor entre sus páginas y aire, a pesar de tratarse de una historia renovada, de leyenda. Enamorados que no tienen la oportunidad de encontrarse por muy cerca que estén, resoluciones imaginativas a cuestiones como ¿qué pasó con ese zapato de cristal que no desapareció junto al resto de cosas?
A pesar de todo esto, todos los personajes tienen un gran peso sobre la acción. De
Cenicienta no destacaría nada, es la que siempre conocíamos en las leyendas. No obstante el conocido como
Príncipe azul pierde la magia del momento y muestra una actitud mucho más fría y cruel. La
reina, un personaje más divertido, que demuestra esconder un secreto que guarda con porte desde siempre, o
el bondadoso trovador quien, se ve bastante influido por la suerte en los acontecimientos del momento, son quienes para mí más juego dan a la novela.
Cenicienta y el trovador tiene ese aspecto de historia en la que importa más la moraleja que se quiere contar a las formas con las que se hace, con ese constante mensaje (¿con enseñanzas morales?), constante sobre el sentimiento de amor.
Y si la noche anterior a su muerte en la guillotina María Antonieta hubiera dejado en su celda de la cárcel un diario en el que contara su vida? 
