Ella no cayó en su mundo. Fue llevada.
Con diecisiete años de edad, Pierce sabe lo que nos sucede cuando morimos.
Así es como ella conoce a John Hayden, el misterioso desconocido que la ha devuelto a su normal vida —o al menos a la vida que Pierce conocía antes del accidente— algo casi imposible.
Aunque ella pensó haber escapado de él, comenzando en una nueva escuela en un lugar completamente nuevo, resulta que estaba equivocada. Él la encuentra.
¿Qué quiere John de ella? Pierce cree saberlo... del mismo modo que sabe que él no es un ángel guardián, y que su mundo oscuro no es exactamente el cielo. Pero tampoco puede mantenerse alejada de él, especialmente porque siempre está ahí cuando menos se lo espera, pero precisamente cuando más lo necesita.
Pero si se dejar caer más, podría encontrarse de nuevo en el lugar que más teme.
Y cuando Pierce descubre la terrible verdad, es exactamente adonde John la lleva: Al inframundo
-Es demasiado tarde-dijo inexpresivamente mirando al frente...
- Es ella,dije con mi pecho contraído, es Hannah.
- Así que eso es lo que le paso a tu cara-dijo Cody-Me lo estaba preguntando.
La mitología en las novelas juveniles, algo verde estoy en eso, por lo que no podre decir si es mejor que esta o peor que aquella, solo os diré que Meg Cabot , sabe como crear un "Infierno" algo peculiar y un "carcelero" algo raro mal genio,pero no empezare con el final ni con el principio ni poniendo spoilers.
Tenemos una chica Pierce, ella no es ni guapa,ni lista,ni tonta...ella es sensible y la primera vez que se encuentra con Jonh lo conoce en un entorno algo atípico,desde entonces este enigmático "joven" y ella se volverán a ver las caras no en el paraíso sino en un sitio mas tenebroso.
Aunque Meg, es escueta en hacernos saber como es el inframundo, en donde vive Pierce , nos deleita con todo lujo de detalles, no obstante siempre las atmósferas del libro son un poco tenebrosas.
En el libro aparte de John y Pierce nos encontramos con pocos personajes que en este libro, no entraron mucho en el juego, solo al final una persona y casi me caigo del susto, ya que es de esos personajes que si que parece que esconden algo,luego que no...luego que si...y jugamos al ratón y al gato durante todo o casi toda la lectura.
Me encanta la novela a la hora de mezclar temas mitológicos, pero también poco o nada sabemos de las criaturas que nos pueden dar guerra.
El ritmo me gusto mucho, porque no es ni muy lento ni muy rápido y la autora hace que se lea en muy poco tiempo.
Al ser una trilogía también pienso que nuestra autora,ha querido darnos la dosis justa para no matarnos del susto.
Ambrosio Santos es un hombre solitario y adicto al juego que ha perdido a su mujer y sus hijas, su vida se encuentra sin rumbo hasta que una noche durante la cual casi estrella su carro contra una casa a la vera del camino, le regalan un perro al cual entrenara hasta transformarlo en rescatista. Después de años de dedicarse a colaborar en zonas de desastre comete un error y queda fuera del sistema. Hasta recibir la llamada de un antiguo amigo, un medico que trabaja en Guatemala y quien pide su ayuda después de una tragedia, un terremoto que ha destruido casi una ciudad entera y gran parte de sus alrededores. 
