Pero la hacienda de San Isidro no es exactamente el refugio que había imaginado y cuando Rodolfo regresa a la capital y la deja sola en esa mansión aislada, las visiones y las voces empiezan a envolver a Beatriz, su sueño, su espacio, su vida. ¿Qué ocurrió realmente con la primera señora Solórzano? ¿Por qué la hermana de Rodolfo, Juana, se ríe de los miedos de Beatriz pero actúa de una manera tan extraña por la noche?
Lo único de lo que Beatriz está segura es de que algo ocurre en la hacienda de San Isidro y que solo ella puede salvarse.