Gertrude Bell fue una mujer excepcional. Si tuviéramos que definirla con un sólo adjetivo lo tendríamos realmente complicado. Intelectual, escaladora, viajera, estratega política, dama de la Inglaterra contemporánea... Todas ellas forman una sola mujer. Una mujer que vivió en un mundo de hombres, a los que hizo sombra y de quienes se ganó su profundo respeto.
La biografía de Gertrude Bell La reina del desierto es un magnífico estudio de la vida de una de las mujeres más apasionantes de finales del siglo XIX y principios del XX. Hija de una familia acomodada inglesa, Gertrude demostró desde bien pequeña que no iba a ser una típica dama de la alta sociedad.
Cuando Gertrude creciera, se esperaría de ella, como de otras jóvenes de su clase, que se quedara en casa (a diferencia de su hermano, que sería enviado a Eton) fuera educada por institutrices y adquiriera ciertas habilidades. [...] Pero a diferencia de Hugh y Lowthian Bell, Gertrude no iba a tener ningún deseo de establecerse en Northumbria. Su universo sería el Oriente, Arabia, Egipto, Siria y, sobre todo, Irak, en cuya historia dejaría su huella.
Inteligente, inquieta, Gertrude iba a abandonar la comodidad de su hogar para adentrarse en un mundo que no se esperaba fuera conquistado por las mujeres. El libro repasa la evolución de Gertrude desde su infancia llena de tristeza, causada por la muerte de su madre, hasta su muerte de Bagdad, convertida en una anciana angustiada por la soledad pero orgullosa de haber escrito una de las páginas más importantes de la historia de Oriente Próximo.
La biografía de Gertrude, la más completa que he leído hasta ahora sobre ella, desgrana todas sus facetas. Estudiante en Oxford (una universidad en la que la presencia de mujeres no era habitual); alpinista, (conquistó alguno de los picos más altos de Suiza); aventurera (se empeñó en adentrarse en los desiertos árabes más temidos) y política (desempeñando un papel determinante en la construcción de Irak).
El libro de Jane Wallach nos presenta a una mujer de carne y hueso. A partir de un estudio exhaustivo de mucha documentación personal y de la época de Gertrude, descubrimos a una mujer que se enamoró y sufrió la pérdida de un amor de juventud que la marcaría para siempre; una mujer que no consiguió encontrar un compañero que estuviera a su altura y, cuando creyó encontrarlo, las circunstancias y convenciones sociales la alejaron de la posibilidad de contraer matrimonio. Wallach nos descubre sus miedos, sus anhelos, sus sueños y sus esperanzas; nos presenta a una mujer que no se rendía ante ningún obstáculo, por más complicado que fuera.
A lo largo de la vida de Gertrude, vamos descubriendo a una mujer que fue capaz de colarse en distintos ámbitos de la sociedad que, en su época, estaban reservados únicamente para los hombres. Desde la universidad de Oxford hasta las altas esferas políticas británicas. Gertrude Bell vivió siempre en un mundo de hombres y nunca se sintió intimidada por ellos.
Los informes de Gertrude eran muy apreciados por los gobernantes; eran fruto de sus innumerables viajes y de su extraordinaria amistad con los árabes, y combinaban los aciertos literarios con una intuición política bien aquilatada, una amplia perspectiva histórica, gran número de detalles y una profunda comprensión cultural.
Gertrude Bell tuvo un papel determinante en la definición de los nuevos estados surgidos del agónico Imperio Turco que, tras la Primera Guerra Mundial, se desintegraría dejando en Oriente Próximo un espacio por definir políticamente. Fue entonces cuando los británicos vieron en Gertrude, quien había pasado años conviviendo con los pueblos del desierto y conociendo las tradiciones y costumbres de los habitantes de Oriente Próximo, una pieza necesaria para hacerles entender cuál debía ser la mejor solución. En este sentido, la biografía de Wallach es una historia de la creación de los estados de una zona que, aún a día de hoy, se encuentra en conflicto. Porque la autora encaja la biografía de Gertrude en la historia del mundo de principios del siglo XX, y del que ella fue una de las principales protagonistas políticas.
La reina del desierto es una biografía excelente sobre Gertrude Bell y su tiempo, sobre su personalidad y su papel determinante en la historia. A lo largo de más de seiscientas páginas, ha sido un auténtico placer descubrir la vida de esta mujer excepcional.
Janet Wallach, autora de La reina del desierto, es periodista y escritora. Hacía tiempo que buscaba esta biografía que, por desgracia, estaba descatalogada desde hace años.
