domingo, 15 de septiembre de 2013

PERDIDA

Publicado por Lucky en 17:59 0 comentarios
¿Dónde está Amy? Eso se pregunta todo el mundo en la pequeña ciudad de North Carthage, Missouri. Amy Dunne ha desaparecido sin dejar rastro... la mañana de su quinto aniversario de boda. Las sospechas recaen sobre Nick Dunne, porque todo el mundo sabe que en estos casos siempre ha sido el marido, y más si no está tan deshecho como debería por la desaparición de su esposa...

-Voy a volver, Go. Nos mudaremos al pueblo. Aquí ya no me queda nada.
-¿Y qué pasa con Amy?
No dediqué el tiempo necesario a ponderar aquello. Simplemente asumí que haría un hatillo con mi neoyorquina esposa, sus neoyorquinos intereses y su neoyorquino orgullo, y que la alejaría de la excitante y frenética Manhattan para trasplantarla a un pequeño pueblo a orillas del río Missouri. Y que todo iría bien. Todavía no entendía lo estúpido, lo optimista, lo... sí, lo «muy propio de Nick» que era pensar de aquel modo. Y el sufrimiento que iba a provocar.
Perdida es un thriller cautivador y desquiciante, impredecible y angustioso, catástróficamente romántico. Por una vez, le doy la razón al eslogan promocional: no he leído nada igual. Más que un thriller, este es un disección descarnada, ágil y brutal sobre el matrimonio, un juego mental al que Nick y Amy se someten el uno al otro y al lector, un auténtico ejercicio de suspense, engaño, prestidigitación y mentira en el que nada es lo que parece, todo es una trampa y no es posible fiarse ni de las propias palabras. Es tan brillante que da miedo y todo.
La historia está narrada desde dos puntos de vista contrapuestos: el de Nick, en primera persona, y de Amy, a través de su diario, y el resultado es sorprendente, nos permite llegar a conocerlos a ambos, colarnos en los recovecos más oscuros y luminosos de sus mentes, conocer sus pensamientos más obsesivos y persistentes. Y es que ninguno de los dos está atravesando su mejor momento: ambos, tras quedarse en paro, han sido obligados a abandonar su vida a todo trapo en Nueva York para mudarse al pequeño pueblo natal de Nick en el Missouri profundo. Y una vez allí, atrapados en un ambiente provinciano, con todo el tiempo del mundo para redescubrirse a sí mismos y al uno al otro, no les gusta demasiado lo que ven...
Aunque los secundarios de la talla de Go y Boney brillan con luz propia, son la pareja protagonista la que hace de esta historia una obra maestra. Nick es el personaje que más me ha gustado de toda la novela por su extrema complejidad psicológica: su diálogo interno es el medio principal que tenemos de enterarnos de lo que ocurre, y pasar páginas y páginas dentro de la cabeza de alguien hace que lo conozcamos muy bien. A ratos inspira lástima, a ratos animadversión, pero con el que es imposible no identificarse, pese a todo.

Todo lo que tengo de bueno lo heredé de mi madre. Puedo bromear, puedo reír, puedo flirtear, puedo celebrar y apoyar y halagar -puedo operar bajo la luz del sol, básicamente-, pero soy incapaz de tratar con mujeres enfadadas o llorosas. Enseguida noto la furia de mi padre surgiendo de mi interior de la manera más desagradable. Amy podría hablarles de ello. Sin duda les hablaría de ello... si estuviera aquí.
Atractivo y consciente de ello, con un encanto y una carisma arrolladores, así es Nick, cuando quiere... o cuando debe. Y cuando no... se "relaja" y muestra su otro yo, un hombre cansado de todo, egoísta, desconsiderado, empeñado en salirse con la suya y que le dejen en paz, obsesionado con sus propios demonios internos. Tanto una cara como la otra son completamente fascinantes.
Y Amy... indescifrable. Cariñosa y dulcísima, pero con una inteligencia afiladísima, una necesidad de perfección que la consume, y una capacidad innata para representar papeles, con tal de no tener que mostrarse nunca a sí misma, y una necesidad compulsiva de alcanzar la perfección en todas las esferas de la vida, llegando hasta límites insospechados para que todo sea ideal en su vida.
No recuerdo ninguna de aquellas conversaciones. Estoy siendo sincero, sencillamente no las recuerdo. Siempre me he sentido un tanto deslumbrado por mi esposa, en el sentido más puro de la palabra, el de perder claridad de visión al mirar una luz brillante. Me conformaba con estar cerca de ella y oírla hablar, y no siempre me importaba lo que estuviera diciendo. Debería haber importado, pero no era así.


Gillian Flynn aprovecha una premisa muy sencilla para mostrarnos el lado más oscuro y siniestro de lo cotidiano: nos presenta el amor como un arma de doble filo que hace sangrar más y más a quienes forcejean con ella: el sentimiento más poderoso es una dinamo que pasa el afecto más intenso al odio más visceral en una fracción de segundo. Si a ello le sumamos las frustraciones, los esperanzas rotas, la envidia mutua, las expectativas insatisfechas... el resultado puede ser mortal.
También tiene un papel indiscutible el poder de los medios de comunicación, cómo un juicio paralelo y la opinión popular es capaz de convencer a una nación de la culpabilidad de una persona... o de todo lo contrario.
Y sobre todo, me encanta la manera descarnada y sutil con la que la autora nos muestra los entresijos de una mente psicópata, la delicada precisión con la que nos va dejando caer poco a poco que algo no es normal en la relación de Amy y Nick, cómo nos obliga a plantearnos si ese algo diferenciador no vive también dentro de nuestras cabezas. Perdida nos demuestra que la locura, la obsesión y el poder desmedido van ligados indivisiblemente a la inteligencia y la genialidad.

Tenía la impresión de que nunca jamás volvería a haber nada nuevo bajo el sol. Éramos la primera generación de seres humanos que jamás podría ver nada por primera vez. Contemplamos las maravillas del mundo con ojos mortecinos, de vuelta de todo. No consigo recordar ni una sola cosa asombrosa que haya visto en persona que no me recordase a una película o a un programa de televisión. Y lo peor es que la experiencia de segunda mano siempre es mejor, la imagen más nítida, la visión más intensa, la banda sonora manipula mis emociones. No estoy seguro de que llegados a este punto sigamos siendo realmente humanos. Si alguien nos traiciona, si muere un ser amado, si queremos hacernos el listillo o el loco, sabemos qué palabras decir. Todos seguimos el mismo guión manoseado. Ya nada parecía tener importancia, yo no era una persona real y tampoco nadie más lo era. Habría hecho cualquier cosa por volver a sentirme real.
El estilo de Gillian Flynn es una auténtica maravilla, cada detalle está ahí por una razón y tarde o temprano cobrará su importancia en la historia, así que el lector debe estar con los ojos bien abiertos y atento a todo desde el principio. Ese principio es la parte más floja del libro, porque el lector se sumerge sin paños calientes en el universo de Nick y la desaparecida Amy, a través de unos capítulos iniciales en los que pasa bien poco y de lo que se trata es de presentar psicológicamente a nuestros perturbados protagonistas. Pero una vez se superan las primeras cincuenta páginas, la novela inicia un endiablado ritmo in crescendo que hace imposible soltarla, sobre todo a partir de esa magistral segunda parte que me dejó completamente con la boca abierta, temblando y sin poder creer lo que leía. Y es la primera vez en años, o quizás en toda mi vida, que una historia me sorprende por su maquiavélica inteligencia como lo ha hecho ésta.

En ocasiones, hay personas que nos ponen las cosas difíciles solo porque pueden. Yo era exactamente del tipo opuesto, mi padre me había infundido desde la infancia una culpabilidad tácita y me había convertido en un bobalicón postrado ante la autoridad. Tenía un ansia constante de aprobación. «Literalmente mentirías, engañarías y robarías -joder, hasta matarías- para convencer a la gente de que eres un buen tío...».
Una novela fascinante de principio a fin, en la que nada es lo que parece, que nos hace reflexionar sobre lo que significa el amor y lo cerca que está de su antagonista, el odio; y de los oscuros misterios que encierra la mente humana. ¿Qué estarías dispuesto a hacer con tal de ser feliz?

EL LABERINTO DE LOS LIBROS SECRETOS

Publicado por Lucky en 17:31 0 comentarios

Mientras la joven pintora norteamericana Jacqueline Morceau expone en París, presencia cómo un desconocido se quita la vida en el sagrario de Notre-Dame.


Acusada de asesinato, perseguida por el comisario Genesse y guiada por extraños personajes (un vagabundo con olor a cerveza y jazmín, un caballero con un búho en el hombro, alguien casi ciego que parece conocer muchas cosas), Jacqueline recorrerá un laberinto que la llevará hasta los rincones más recónditos de París.


¿Qué misterio rodea las tumbas de los célebres personajes enterrados en el cementerio de Père Lachaise?


¿Qué une las almas de Jim Morrison, Chopin, Oscar Wilde, María Callas, Juliano el Apóstata, María Walewska, Allan Kardec, Catalina de Médicis y las oscuras profecías de Nostradamus? Un enigma preservado en dos libros antiguos y cuya única clave es precisamente Jacqueline.


 

CRONICA DE UNA AMANTE DE LOS LIBROS Template by Ipietoon Blogger Template | Gift Idea