Una adolescente de origen humilde.
Una mujer sola rodeada de enemigos.
Una emperatriz con una ambición sin límites.
Esta novela recrea la fascinante vida de Irene de Atenas, la emperatriz que gobernó Bizancio durante más de veinte años.
La historia de una joven de extraordinaria belleza, que pasó de crecer en la miseria a regir el destino del imperio más poderoso de su tiempo. El retrato de alguien que logró atesorar un poder inconcebible para una mujer en el siglo VIII de nuestra era
Se centra en el personaje real de Irene de Atenas, emperatriz de Bizancio.
Siglo VIII.
Irene es una joven griega que termina casándose con León IV, hijo del emperador bizantino Constantino V.
En el año 775, Irene se convierte en emperatriz al fallecer Constantino V y subir al trono León IV. Cinco años después, tras la muerte de su marido, Irene es la regente del imperio ante la minoría de edad de su hijo Constantino VI.
De esta forma, recorremos tanto la parte más dura de la vida de Irene, esos inicios en la miseria de una adolescente de origen humilde, hasta la más poderosa, cuando se convierte en emperatriz durante más de veinte años, aunque no estará exenta de retos y obstáculos. En este sentido, me ha encantado que esta novela estuviera repleta de esas intrigas palaciegas de las que tanto disfruto, de esas pasiones y luchas de poder y de una corte cargada de crueldad y ganas de más, siempre de más.