La caravana de la muerte es el nombre que recibió la comitiva de un grupo de oficiales del ejército de Chile que partió en un helicóptero Puma desde el Aerodromo Tobalaba el 30 de septiembre de 1973.
Los oficiales de esta comitiva estaba integrada por el general de brigada, delegado y jefe de la operación Sergio Arellano Stark autorizado por el comandante del ejército y dictador Augusto Pinochet Ugarte, teniente coronel Sergio Arredondo González donde más tarde pasó a ser el director de la escuela de infantería, mayor Pedro Espinoza Bravo que más tarde sería jefe de operaciones de la policía secreta DINA e involucrado en el asesinato de Orlado Letelier, mayor Carlos López Tapia segundo jefe de la misión del helicóptero Puma de Linares y Cauquenes siendo acusado de la muerte de varios desidentes, capitán Marcelo Moren Brito después comandante del campo de torturas Villa Grimaldi, capitán Antonio Palomo Contreras piloto del helicóptero Puma en su viaje al sur, capitán Emilio Robert de la Mohotiere González copiloto del helicóptero Puma en el viaje al norte y sur del país, capitán Luis Felipe Polanco Gallardo copiloto del anterior en el viaje al norte, teniente Juan Viterbo Chiminelli Fullerton coordinador de logística en la misión y teniente Armando Fernández Larios guardaespaldas de Sergio Arellano Stark y perpetrador de varios asesinatos y más tarde agente de la DINA involucrado también en el asesinato de Orlando Letelier.
En el recorrido del helicóptero Puma incluyó ciudades del norte y sur de Chile como: Rancagua, Curicó, Talca, Linares, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Cauquenes, La Serena, Copiapó, Antofagasta, Calama, Iquique, Pisagua y Arica. Los militares secuestraron, torturaron y ejecutaron a prisioneros políticos con gran brutalidad, en varias ocaciones antes de ser fusilados eran torturados con corvos, violados y golpeados quebrando varias partes de sus cuerpos como mandíbulas, rodillas, manos, pies desfigurado parte importante de sus rostros donde finalmente eran acribillados.
Posteriormente eran tirados a una fosa común sin inscripción, años más tardes algunos de sus familiares pudieron dar sepultura a sus parientes y otros hasta el día de hoy siguen esperando, la caravana de la muerte concluyó el 22 de octubre de 1973. La investigación judicial, hasta el momento de ser sometido a proceso al general Augusto Pinochet, determinó un total de setenta y cinco víctimas en cinco ciudades. De ellas, diecisiete estaban desaparecidas (secuestro) y cincuenta y ocho ya tenían tumbas (homicidio).
Desde la publicación de este libro por la escritora Patricia Verdugo en 1989, su investigación debía lograr el testimonio de los militares que habían sido testigo de la historia. Y lo comprobó en 1991 cuando el general Sergio Arellano Stark se querelló en su contra por injurias graves escritas en su libro, la Corte Suprema por unanimidad no encontró razón alguna para someterla a proceso. Y lo volvió a comprobar en 1998 cuando el ministro en visita Juan Guzmán Tapia la citó al tribunal y lo encontró con LOS ZARPAZOS DEL PUMA en la mano, con párrafos marcados en cada página. Un año después dictaba las encargatorias de reo contra
el general Arellano Stark y otros oficiales que tripulaban el helicóptero Puma. Este libro fue por así decirlo la "La base de datos" que ayudó al juez Guzmán en la investigación que finalmente derribó al propio general y dictador Augusto Pinochet.
