miércoles, 3 de julio de 2019

EL LEGADO DE LA VILLA DE LAS TELAS

Publicado por Lucky en 14:05
Augsburgo, 1920. El estado de ánimo en la villa es optimista respecto al futuro. Paul Melzer ha regresado del frente y toma las riendas de la fábrica decidido a que el negocio familiar recupere su antiguo esplendor. Las cosas van bien incluso para su hermana Elizabeth, que regresa a casa ilusionada con un nuevo amor. Pero «felices para siempre» puede estar aún lejos para los Melzer. Marie, la joven esposa de Paul, quiere cumplir un viejo sueño: tener su propio taller de moda. A pesar de que sus modelos y sus diseños gozan de éxito, su alegría se ve empañada por las constantes discusiones con su marido. Incapaz de soportarlo más, Marie, la mujer que mantuvo a flote la fábrica, la villa y a toda la familia cuando más la necesitaron, toma una dura decisión y abandona la mansión junto a sus hijos.

Lo primero que me gustaría comentar tiene que ver con la sinopsis del libro. Después de leer los dos libros anteriores y ser testigo de la historia de amor entre Paul y Marie, ha sido como una bofetada leer en la contraportada que Marie abandona la villa y además se lleva a los niños. No es una queja "romántica", entiendo que es algo que podía ocurrir, pero hubiera sido toda una sorpresa descubrirlo mientras leía, ya que no ocurre precisamente en el capítulo uno, pero bueno... ya no tiene remedio.,

"El legado de la villa de las telas" arranca tres años después de la vuelta a casa de Paul Melzer tras la guerra. Se perdió los primeros cuatro años de la vida de sus hijos gemelos (Leo y Dodo), pero ahora que los niños ya tienen siete años tiene muchos planes para ellos.  Cree que va siendo hora de ir encauzando el camino que deben seguir para que sean lo que él espera, sin importarle demasiado hacía donde van los gustos de los pequeños. Por otro lado, la fábrica vuelve a trabajar a buen ritmo, gracias al ingenio y buen hacer de Marie durante la guerra, pero ahora que Paul ha vuelto, parece que su lugar está de nuevo en el hogar, al cuidado de los niños. Sin embargo Paul sabe que Marie aspira a algo más y decide sorprenderla montando para ella un atelier donde pueda dar rienda suelta a sus diseños y crear fantásticos vestidos para lo mejor de la sociedad alemana. Quizás lo que Paul no esperaba es que Marie tuviera tanto éxito y las cosas empiezan a torcerse un poco.

Por otro lado también seguiremos de cerca la vida de las hermanas de Paul, Kitty y Lisa. Kitty siempre ha sido un apoyo para Marie y aunque su personaje siempre me ha resultado demasiado excesivo e infantil, en esta novela es donde más me ha convencido. Es una mujer que tras quedarse viuda, ha sabido salir adelante, es moderna, lucha por la igualdad de las mujeres y no duda en poner a su hermano en su sitio si hace falta, pero lo hace de forma que nadie es capaz de enfadarse con ella. Kitty tiene una hija también de siete años (Henny) que es tan espabilada como su madre.

En cuanto a Lisa, la  habíamos dejado viviendo en la finca de su tía Elvira en Pomerania con su marido y sus suegros y donde también acabó trasladándose Sebastian Winkler para hacerse cargo de la amplia biblioteca que allí poseen. El matrimonio de Lisa es realmente una pantomima, pero mientras Sebastian esté cerca no le importa demasiado, sin embargo algo ocurrirá en Pomerania, que hará que Lisa acabe de nuevo en Augsburgo y menos mal, porque durante su ausencia y con el éxito del atelier de Marie, en la villa decidieron contratar a una persona para encargarse del cuidado de los niños que no es otra que una vieja amiga de Lisa, Serafina von Dorbern, el personaje más odioso de esta historia (aunque seamos sinceros, también le da mucha vidilla a la historia) y culpable de muchas situaciones desagradables entre la familia y los trabajadores de la villa. Cuando Lisa regresa, desde luego casi no reconoce en esa mujer a su supuesta amiga y lo que tiene claro es que no le gusta nada.

Por supuesto no podemos dejar de lado otra parte importante de esta serie, y es todo el personal al servicio de la villa. Me encantan los momentos en los que todos se sientan en la mesa de la cocina alrededor de algún plato de la señora Brunnenmayer, que lleva décadas en la villa y a la que todos aprecian sinceramente. Me ha gustado reencontrarme con Hanna, Humbert, Else, Auguste y su marido Gustav, Gertie, conocer a Julius, el nuevo lacayo de la villa e incluso a Maria Jordan, un personaje que desde la primera novela ha evolucionado un montón. Eso sí, no he entendido muy bien a qué ha venido que le ocurriera lo que le ocurre en este libro.

La verdad es que me ha entretenido bastante esta novela que a pesar de sus seiscientas páginas he leído muy rápidamente.  Sin ser una lectura vertiginosa me ha gustado cómo ha ido fluyendo la historia sin perder ritmo y logrando atrapar mi atención. Me ha gustado cómo la autora le va dando protagonismo en los diferentes capítulos a los distintos personajes, a Paul y Marie, a los trabajadores de la villa, a Lisa, Kitty o a los niños, unos niños que me han encantado por la pasión que demuestran siendo tan pequeños hacia lo que les gusta aún sabiendo que no es lo que se espera de ellos y la decepción que eso puede suponer para un hombre como Paul Melzer, que en esta historia empieza a parecerse más a su padre de lo que él mismo desearía.

Me ha gustado la descripción de este Augsburgo tras la guerra que lucha por recuperarse poco a poco teniendo que acatar las restricciones de los aliados sobre Alemania, como la prohibición de volar (de los aviones con motor) o la de construir más.

Pero lo que más me ha gustado es ver la evolución de las mujeres de esta historia, decididas a conseguir lo que quieren. Elegir por ellas mismas si quieren cambiar el largo de su falda o de su pelo sin consultarlo con su marido antes, esa forma de ir eliminando barreras para que puedan conducir un coche sin un hombre al lado, o subir a un tranvía sin que nadie las cuestione. El contrapunto a todo esto quizás está en otra mujer, la madre de Paul, Alicia, una mujer de antes para que todas estas "modernidades" no auguran nada bueno y claro apoyando a Alicia, la petarda de Serafina.

0 comentarios:

 

CRONICA DE UNA AMANTE DE LOS LIBROS Template by Ipietoon Blogger Template | Gift Idea