GRACIA REDENTORA (LA HISTORIA DE RUTH)

Una mujer devota está a punto de descubrir el poder del amor.

Cuando el hambre visita Belén, algunos mantienen la esperanza de que llueva, mientras Noemí y su familia hacen un largo viaje a Moab en busca de pastos más verdes. La cosecha allí es abundante y por un tiempo parece que el Señor los está bendiciendo. Booz mantiene la esperanza de lluvia mientras su pariente Elimelec traslada a su esposa Noemí y a sus hijos a Moab. Por un tiempo, parece que el Señor está bendiciendo a la familia de Elimelec y sus hijos se casan con dos hermosas mujeres moabitas. Pero las calamidades suceden, una tras otra, dejando a Noemí sola en una tierra extranjera, con solo sus nueras sin hijos como consuelo, sólo con sus nueras.

Desanimada y desamparada, Noemí está decidida a regresar sola a Belén. Pero su nuera Ruth se niega a apartarse de su lado. A pesar de que es casi seguro que ella y Naomi vivirán sus días en viudez y pobreza, Rut mantiene la esperanza de un futuro mejor. . . y tal vez incluso una segunda oportunidad en el amor.

Cuando a Noemí le llega la noticia de que la hambruna en Belén ha terminado, sólo Rut se arriesgará a viajar a la tierra natal de su suegra. Indigente y desanimada, Noemí se resigna a una vida de amarga pobreza, pero Rut mantiene la esperanza de un futuro mejor. Y Booz puede ser el elegido por Dios para proporcionárselo.

Combinando una investigación meticulosa con su infinita imaginación, Jill Eileen Smith presenta magníficamente una de las historias más hermosas de las Escrituras. Los lectores adorarán esta tercera entrega de la inspiradora serie Hijas de la Tierra Prometida. ¿Cómo llegó una joven moabita, enemiga de Israel, a formar parte del linaje del rey David y de Jesús, el Mesías? Esta novela sugiere cómo pudo haber sucedido. 

Este libro bellamente escrito y minuciosamente investigado cuenta la historia de Rut, Booz y Noemí en el Antiguo Testamento de la Biblia. La historia da cuerpo a la querida historia de tres personas que se unieron a través de la pérdida, el dolor y, en última instancia, la renovación a través de la gracia de nuestro Dios redentor. Fue muy alentador seguir a Rut, nacida moabita, a medida que crecía en su fe, renunciando a su esperanza en dioses falsos para servir y desarrollar una relación personal con el único Dios verdadero.