Lógicamente no todas son de gran calidad, alguna ni siquiera de una calidad mínima, pero sí puede asegurarse que dentro de esta cifra aparecen grandes obras maestras y, junto a ellas, otras que han destacado especialmente por resultar atípicas, atrevidas, bizarras, comprometidas, contestatarias, críticas, desafiantes, descaradas, diferentes, duras, intencionadamente escandalosas, extrañas, extravagantes, extremas, gamberras, impertinentes, incómodas, irreverentes, inquietantes, insólitas, malditas ya desde su planteamiento inicial, molestas, perturbadoras, problemáticas, provocadoras, raras y muy raras, rompedoras, transgresoras, valientes, vanguardistas… y, por supuesto, muchas de ellas del todo inclasificables.
Igualmente se incluyen las que han sufrido los mayores rigores censores, las que han sido víctimas de las más duras condenas y las que algunos intentaron hacerlas desaparecer de la faz de la Tierra.
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