sábado, 27 de febrero de 2010

LA GARGOLA

Publicado por Lucky en 18:57

Una noche, mientras conduce por una carretera oscura, un hombre atractivo y exitoso pierde el control del coche al divisar una multitud de flechas que se acercan hacia él. Despierta en el hospital, con graves quemaduras en todo el cuerpo. Ahora es un monstruo; su vida parece haber terminado.
Todo cambia cuando una inquietante paciente de psiquiatría comienza a visitarle. Su nombre es Marianne Engel y asegura ser una escultora de gárgolas que lo conoció en el año 1300, cuando él era un mercenario y ella una monja amanuense recluida en un monasterio. Durante días le relatará cómo se amaron.
En la Edad Media y, como si de Scheherazade se tratara, le contará cuatro historias de amor absoluto que le harán volver a la vida. ¿Está loca Marianne o es cierto que tiene más de setecientos años y que su amor pervive en el tiempo y aún tiene algo por desvelarles?

Qué difícil catalogar este libro. Si digo que es una historia de amor, no miento, pero ¿seguirán leyendo aquellos que no gustan del género?...
Si digo que es una historia de misterio, tampoco miento.
Si digo que es una historia con mucho dolor y escenas en ocasiones realmente dolorosas y repulsivas, ¿entonces dejarán de leer las “románticas”? Aviso que por mucha historia de amor que contenga, no encontraras ni una sola escena de cama ni remotamente detallada ni tórridos besos de los que hacen falta dos hojas para describirlos y aún así ésta es y será una de las mejores historias de amor con las que me he tropezado.

En fin, que si todavía sigues leyendo esta entrada te recomiendo esta novela.

Una de las cosas que me atrapó de este libro fue su principio, y el que avisa no es traidor, no es apto para lectores muy sensibles. Si logras superar esas terribles descripciones sobre las quemaduras sufridas en el accidente y un futuro plan de suicidio, te encontrarás con una de las historias de amor más originales que he leído en mucho tiempo.

Tras el accidente de nuestro protagonista (del que por cierto no se dice su nombre ni una sola vez), Marianne Engel, que a su vez se encuentra en el pabellón psiquiátrico del hospital, comenzará a visitarlo. Desde el momento en que ella comienza a narrar la historia que tiene en común con él, te quedas atrapado en las hojas del libro, porque no sólo le cuenta su historia de amor en común (que según ella comenzó 700 años atrás), sino que la alterna con otras historias de amor preciosas. Relatos cortos, de grandes demostraciones de amor y muy intensos:

- La historia que transcurre en la Italia Medieval, con la peste de fondo.
- Otra que sucede en la Inglaterra Victoriana, frente al mar.
- Otra preciosa que transcurre en el Japón feudal.
- Y una última historia vikinga en Islandia.

Son historias que van ayudando poco a poco al quemado a recuperarse, a desear una nueva visita de Marianne Engel, por mucho que él no crea nada de lo que le cuenta y que hacen que vaya olvidando sus intenciones suicidas. Aprenderá no solo a amarla, sino a valorar la amistad de quienes habiéndole conocido totalmente quemado se revelarán como verdaderos amigos, incluido “Bougatsa” el perro de Marianne.

Dos protagonistas inolvidables, él un hombre antes atractivo, conocido actor porno, pero adicto a las drogas y al alcohol y hastiado de su vida, y ella, una misteriosa mujer, muy espiritual, fiel creyente y con un cuerpo lleno de tatuajes, destinados a encontrarse.

“Me he pasado toda la vida esperándote... Quemarme es lo mejor que me ha pasado porque me llevó hasta ti. Quería morir, pero tú me llenaste con tanto amor que me desbordaste y fue imposible no amarte. Pasó antes de que me diera cuenta y ahora no puedo ni siquiera imaginar no amarte. Dices que me cuesta mucho creer en algo pero sí creo. Creo en tu amor por mí. Creo en mi amor por ti. Creo que te pertenecen todos los latidos que quedan en mi corazón y creo que cuando al final abandone este mundo en mi último aliento pronunciaré tu nombre. Creo que mi última palabra –Marianne- será todo lo que necesite para saber que mi vida fue buena y plena y valió la pena y creo que nuestro amor durará para siempre.”

Aunque hay varias portadas al menos en versión inglesa, me encanta la de la cruz y las alas en la espalda. Marianne Engel lleva multitud de tatuajes en su cuerpo:

... en la nuca tenía tatuada una pequeña cruz hecha con tres cuerdas entrelazadas en un bucle sin fin.
... en el tobillo izquierdo llevaba tatuado un rosario...
... otra cruz [...] dibujada sobre su estómago. Era una cruz celta [...] metida dentro de un óvalo. Tres grandes letras mayúsculas estaban inscritas directamente sobre la curva superior del óval: "IHS".
... en su pecho izquierdo tenía un gran tatuaje del Sagrado Corazón...
... desde sus hombros bajaban unas alas de ángel ...

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