COLOSIO, SOSPECHOSOS Y ENCUBRIDORES

1994 es tan o más importante que el año 1968 en la historia reciente de México. A 25 años de la fecha, es interesante valorar los hechos insólitos que la caracterizaron: un levantamiento armado popular y el asesinato de Luis Donaldo Colosio, que sería el siguiente presidente del país. El primer minuto de 1994 comenzó con una sorpresa que conmocionó a todos: la irrupción de una guerrilla de campesinos indígenas que le declararon la guerra al gobierno de Carlos Salinas de Gortari. 

Este acontecimiento modificó totalmente la marcha de la Nación y es por sí mismo uno de los principales hitos en el México del siglo XX. La insurrección chiapaneca estimuló a sectores de trabajadores, estudiantes y campesinos de toda la República a movilizarse contra el gobierno. La catarata de protestas y luchas cubrió todo el territorio y mostró la profunda inconformidad con los bajos salarios, las reducciones de presupuestos sociales, la cada vez más extendida corrupción, la ausencia de democracia y la condescendencia gubernamental con los apetitos estadounidenses. Las élites se sintieron amenazadas. 

Este vigoroso despertar popular ocasionó un brusco y repentino cambio en las relaciones de fuerza entre las clases sociales, que inmediatamente golpeó al sistema político priista, cuyos resortes y mecanismos de control ya se encontraban reblandecidos por el allegro con brío de seis años atrás, cuando en 1988 el PRI perdió las elecciones presidenciales y sólo pudo mantenerse en el Poder mediante un fraude electoral y el apoyo del PAN, la Iglesia católica, Washington y el gobierno cubano. El levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional cimbró de lleno al partido oficial y al gobierno. Exacerbó las contradicciones en la clase dominante y la dividió.

Como resultado de esta crisis aguda, fue asesinado el candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murieta. La conspiración organizada dentro del PRI para eliminar a su candidato es el tema central de este libro.