Queenmaker presenta con inolvidables detalles los personajes de uno de los períodos más grandes de la historia bíblica―sus hechos públicos y pensamientos privados― y nos muestra la corte de los reyes como sólo una mujer podría verla.
Aquí hay una novela histórica diferente, una reinvención de una vieja historia y su héroe, un rey que conocimos de la escuela dominical, ganador de mil batallas, fundador de un imperio y una dinastía, amado por su pueblo y su deidad, El rey David de la fama de "David y Goliat", visto a través de ojos que el antiguo texto bíblico intentaba ocultar con todas sus fuerzas. En verdad, aunque el David que tenemos en la Biblia es el hijo rubio del pueblo del antiguo Israel y su Señor, una lectura cuidadosa de ese relato revela a un hombre muy diferente: un hombre que hábilmente aprovecha cada situación a su favor, que constantemente dice una cosa pero hace otra, que juega en ambos lados de cada conflicto y que colecciona mujeres como lo hace con reinos. El hecho de que idolatremos a este hombre hoy es un testimonio del giro que sus tratantes bíblicos le dieron a su relato. Y al hecho de que a ciertas personas les perdonaremos casi cualquier cosa.
De hecho, parece que lo hacemos incluso hoy, como lo han demostrado los recientes acontecimientos políticos, perdonando a algunos hombres los mayores excesos y condenando a otros por mucho menos. Supongo que tiene que ver con quién queremos que nos guste y quién no. Bueno, India Edghill nos ha dado ese otro David, el que acecha justo debajo de la superficie para aquellos de nosotros que estamos dispuestos a quitarle el brillo heroico y leer la vieja historia tal como es. La de Edghill es la historia de David vista a través de los ojos de Mical, la mujer a la que hizo reina de su reino, muy en contra de su voluntad, la hija de su predecesor Saúl, a quien David expulsó de su reino mediante halagos y engaños y luego tuvo la La historia dio un vuelco para que la posteridad recordara al propio David como la parte agraviada. No es políticamente correcto en el sentido religioso, pero es la verdadera historia la que está ahí, justo debajo de la superficie. Es la historia de David, el soldado que traicionó a su rey y mejor amigo, que discutió y sirvió a sus enemigos, que tomó a Mical contra su voluntad y la instaló en su palacio como símbolo de su derecho a gobernar desde un trono usurpado, que mató a la mayoría de los miembros varones supervivientes de su familia y tomó a uno, un lisiado sin esperanza, para vivir prisionero en su corte. Un hombre que cumplió su palabra cuando la apariencia le convenía, pero que encontró formas de sortear cada obstáculo que sus propias palabras crearon cuando necesitaba hacerlo.
No, este no es el David que recordamos de la clase bíblica. Pero es el David el que conservan los relatos bíblicos. E Inda Edghill lo ha desenterrado. La suya es la historia de David vista a través de los ojos de Mical, la hija del rey usurpado, esposa renuente de un deslumbrante disimulador, observando cómo el gran héroe de su pueblo convierte cada evento a su favor y reclama el apoyo divino para cada maniobra. El cuento evoca efectivamente la "sensación" de los tiempos bíblicos y la Sra. Edghill tiene un notable sentido del diálogo. Sus palabras suenan verdaderas y, sin embargo, rara vez suenan demasiado modernas o inconsistentes con el lenguaje del material original. Lo hice, sin embargo, pierden una cierta sensación del mundo más amplio que los rodea, pero este fue el resultado, sin duda, del punto de vista femenino que utilizó la Sra. Edghill, ya que Michal pasa gran parte de la historia encerrada en la casa de un rey u otra, la suerte de las mujeres reales en esos días. Y me decepcionó un poco la visión bastante unilateral que se ofrece de David.
A pesar de su inteligente interés personal, la belleza de la historia bíblica original es lo humano que parece ser David, heroico pero manipulador, honorable pero no por encima de las violaciones del honor egoístas. Sí, el relato bíblico subsume todas las cosas malas bajo el brillo de la piedad y el buen corazón y la Sra. Edghill nos ofrece un antídoto bienvenido contra esto basado en los acontecimientos reales. Pero creo que perdió la oportunidad de darnos una imagen más completa de este hombre. Si no era el héroe rubio de espíritu más puro que los escritores bíblicos preservaron para nosotros, sospecho que tampoco era el totalmente desagradable y falso encantador que nos ofrece la Sra. Edghill. Su historia es excelente, la visión femenina del Bill Clinton de su época. Y, sin embargo, creo que al final no fue del todo justa con su David, porque si él no era del todo bueno, como los escritores bíblicos intentaron hacerle ver, probablemente tampoco fue del todo malo.
Pero la historia de Edghill, por muy bienvenida que sea, pierde esa dimensión del hombre y nos da una imagen de un manipulador mujeriego que consigue buena prensa a pesar de sus malas acciones. Pero al final esto es una pequeña objeción, porque ella ha reimaginado la historia de David de una manera que resuena y amplía los viejos cuentos, creando una novela de verdadero corazón a partir de algunas relaciones públicas muy antiguas. Lee este si quieres saber cómo funciona. probablemente lo fue. . . a pesar de los viejos escribas.Probablemente tampoco era del todo malo. Pero la historia de Edghill, por muy bienvenida que sea, pierde esa dimensión del hombre y nos da una imagen de un manipulador mujeriego que consigue buena prensa a pesar de sus malas acciones. Pero al final esto es una pequeña objeción, porque ella ha reimaginado la historia de David de una manera que resuena y amplía los viejos cuentos, creando una novela de verdadero corazón a partir de algunas relaciones públicas muy antiguas. Lee este si quieres saber cómo funciona. probablemente lo fue. . . a pesar de los viejos escribas.
Probablemente tampoco era del todo malo. Pero la historia de Edghill, por muy bienvenida que sea, pierde esa dimensión del hombre y nos da una imagen de un manipulador mujeriego que consigue buena prensa a pesar de sus malas acciones. Pero al final esto es una pequeña objeción, porque ella ha reimaginado la historia de David de una manera que resuena y amplía los viejos cuentos, creando una novela de verdadero corazón a partir de algunas relaciones públicas muy antiguas. Lee este si quieres saber cómo funciona. probablemente lo fue. . . a pesar de los viejos escribas.
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