No todas somos madres, pero todas hemos cuidado y hemos sido cuidadas. Cuando las labores interminables de la maternidad arrinconaron a Daniela Rea en un espacio oscuro, hizo lo que mejor sabe hacer, periodismo.
Para entender su nueva circunstancia, buscó a otras mujeres que maternaban y cuidaban; escucharlas la llevó a entrevistar a su madre para cuestionar su propia crianza.
Mientras escuchaba aquellas experiencias de cuidados en circunstancias límite, su propia historia encontró un lugar y un sentido. Fruto es un conjuro de mujeres, el resultado de prestar oídos a nosotras mismas para encontrar lo que nos convoca.
0 comentarios:
Publicar un comentario