El orden estaba establecido y las divinidades que surgieron del Caos debían mantenerlo. Sin embargo Crono, dios del tiempo, le arrebató el poder a su padre Urano, y éste, para que evitar que sus hijos hicieran lo mismo que él, los devoraba nada más nacer. Sin embargo, su esposa Civeles, al nacer su último hijo Zeus, le entregó a Crono una piedra envuelta en una manta que éste devoró creyendo que era su hijo, y escondió a Zeus.
Una vez creció, Zeus, ayudado por Mantis hace beber a Crono una poción que le hizo expulsar a todos sus hermanos, así como la piedra y la manta; juntos derrotaron a Cronos y a los suyos y los encerraron en el infierno. Desde entonces, Zeus reina desde el monte Olimpio y el Orden mantiene su equilibrio, pero el descubrimiento fortuito de un santuario antiguo en Grecia va a poner en peligro el Orden: las puertas se han abierto y Crono ha sido liberado.
Para recuperar el poder, Crono tiene que recobrar la piedra que devoró como si fuera uno de sus hijos y la manta que la envolvía. Necesitaba saber en que lugar de la Tierra estaba escondida.
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