La pasión que Frida Kahlo tenía por la cocina era tal que la pintora registraba todas sus recetas en una libreta que su mejor amiga Tina le obsequió. Aquel objeto se convirtió en una bitácora donde la artista anotaba vivencias y las recetas de los platillos que solía cocinar. La existencia de este objeto se desconocía hasta que, según se cuenta, fue hallada en la Casa Azul de la pintora.
El cuaderno representaba un hallazgo único y sería exhibido en una muestra en el Palacio de Bellas Artes que celebraba el natalicio de Kahlo... Nunca ocurrió, pues según se cuenta el día de la inauguración el llamado libro de Hierba Santa, como lo llamaba la propia Frida, desapareció misteriosamente.
El escritor F.G. Haghenbeck se dio a la tarea de reimaginar los contenidos de la libreta para crear El libro secreto de Frida Kahlo (Ed. Oceano) , que ha vuelto a ser publicado en una edición definitiva que lo actualiza con un prológo de Laura Esquivel, una autora que hizo de la gastronomía un éxito literario en su "Como agua para chocolate". Recetas como la cochinita pibil, pay de manzana y el guisado de cerdo (favorito de Diego Rivera) conviven con un texto novelado que navega entre la biografía y la ficción.
“Ese maravilloso país que Haghenbeck retrata tan bien se convierte en una ofrenda de Día de Muertos, en un retablo, en un judas de cartón a punto de estallar", escribe Esquivel.
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