CORRVPTA ROMA

«Los que roban a un particular pasan la vida entre esposas y grilletes; los que roban al estado, entre oro y púrpura», Marco Porcio Catón

La corrupción política es algo que parece tan de hoy día que la frase de Catón que acompaña al libro y a la reseña seguro que hace pensar al lector que podría aplicarse a la vida político-social de hoy día. Y es que el aprovecharse de las instituciones públicas para medrar y enriquecerse ilegalmente a costa de los ciudadanos no es algo sólo de nuestro mundo contemporáneo. 

Los romanos, un pueblo caracterizado por su pragmatismo, no iban a ser una excepción. Sus vastas conquistas en torno al Mediteráneo iban a llevar a una ciudad a dominar buena parte del mundo conocido, haciendo llegar a la urbe riquezas incalculables. Y entonces, políticos y generales –y recordemos que los generales romanos eran cargos políticos– decidían que podían gestionar estos ingresos como parte de su patrimonio, o al menos quedarse con un buen pellizco. Y es que la frase de Catón se enmarca en la conquista romana tanto de las ciudades griegas del sur de la península italiana (la Magna Grecia) como de Grecia y Oriente, cuando las riquezas de estas provincias culturalmente sofisticadas llegan a Roma junto con su arte y sus nuevas costumbres.

Así, el libro es un estudio exhaustivo de la corrupción en Roma durante la guerra contra Aníbal y las décadas siguientes, marcadas por los conflictos políticos entre los Escipiones y Catón por el control de la vida política romana. Catón representaba a la facción conservadora del Senado, abogando por mantener la frugalidad de la vida romana, mientras que los Escipiones representaban la adaptación a los nuevos tiempos, haciendo Roma permeable a las costumbres helenizantes. Las acusaciones de malversación y estupro no se hicieron esperar entre unos y otros, y los juicios eran usados para difamar y eliminar a rivales políticos.

El estudio no se queda ahí y hace también un seguimiento a los conflictos sociales desatados por estas guerras de intereses, apareciendo una nueva facción política encabezada por Cayo Flaminio y que podía decirse era una postura intermedia, hombres dispuestos a aceptar los nuevos tiempos pero tratando de atarlos a las leyes romanas.

Por lo tanto, la obra reseñada es un estudio de una época, no un libro generalista que de una visión de la corrupción a lo largo de la historia de Roma y que nos presenta los casos más sonados, y desde luego no está escrito para el que no tenga al menos unas bases de Historia antigua y conocimientos sobre las instituciones romanas.

A veces algo redundante –ya que, al tratar sólo una época específica vuelve muchas veces sobre los mismos casos y afirmaciones–, otras puede marear con tanto nombre de político romano, pero termina siendo bastante completo como estudio de las luchas políticas y los cambios sociales de la República media, acercándonos a una época y dándonos a conocer su vida pública y la mentalidad de los romanos de los siglos III y II a.e.c.