
Jenaro Villamil va revelando, una a una, las historias no públicas, en varios casos auténticas conjuras que documentan la forma en que se ha conformado este poder desmedido, incontrolable, avasallante. Así, siendo `los dueños del circo político` en esta `república de pantalla`, nos enteramos cómo sus principales ejecutivos, los `cuatro fantásticos`, no sólo consiguen ingresos multimillonarios vendiendo, sin restricción alguna, espacios publicitarios a los partidos y a los gobiernos, sino que se dan el lujo de que se legisle a su favor y de que el control de las elecciones pase no por el Congreso sino a través del `canal de las estrellas`.
Entre las múltiples historias secretas que aquí se cuentan, destacan: las oscuras maniobras en torno a la llamada Licitación 21, el papel que jugó el consorcio en la trama de los videoescándalos y la guerra sucia contra AMLO, la ambiciosa operación de cooptación y legitimación de Televisa conocida como Iniciativa México, los engaños y maquinaciones, auspiciados por el gobierno en turno, que permitieron a Emilio Azcárraga Jean el control accionario del consorcio, las tortuosas manipulaciones para dominar la televisión por cable, el melodrama de encuentros y desencuentros entre Televisa y Univisión, el uso de brokers para vender campañas de publicidad política a largo plazo, como la que hoy opera para llevar a Enrique Peña Nieto a la Presidencia en 2012, etcétera.
Ante tal exhibición de atrocidades, el autor se pregunta: ¿será cierto, como afirman los dueños del circo, que `los mexicanos tienen la televisión que se merecen`?
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