Un relato que comienza el 21 de mayo de 1527 con el nacimiento en Valladolid de un niño cuyo destino era ser “hijo de Carlos de Habsburgo, Sacro Emperador Romano y rey soberano de Castilla, Aragón, Nueva España, Perú, los Países Bajos y gran parte de Italia”. Un bebé que vino al mundo para ser su dueño y cuyo padre le dio este recibimiento, cogiéndolo en brazos: “Te llamarás Felipe y heredarás el mundo”.
Desde niño se dio cuenta de que los esfuerzos de su padre estarían encaminados únicamente a dejarse un imperio en herencia y prepararle para gobernarlo. Ya desde la infancia se dio cuenta de los sacrificios que iba a tener que hacer por el bien del imperio, teniendo que dejar de ser un niño para convertirse en “aprendiz de emperador”.
Y a partir de aquí iremos descubriendo cómo se forjó su carácter frío, impenetrable e implacable. Se desvelarán sus complicadas experiencias con las mujeres, tanto sus esposas como sus amantes, la compleja relación con su padre, sus creencias religiosas, la reestructuración del imperio, sus alianzas y conflictos con el resto de imperios, sus victorias y fracasos, sus grandes errores, las muertes que marcaron su vida o los personajes que le rodearon y con los que tuvo tensas y complicadas relaciones.
Felipe es un relato lleno de vida, que se lee de un tirón a pesar de su extensión y que nos acerca a la biografía del monarca desde una perspectiva íntima, personal, que se adentra en sus sentimientos más profundos, para conocer a la persona que se esconde debajo del personaje. Otro gran acierto de este autor que se está convirtiendo en todo un referente y que consigue contarnos la historia de una forma muy amena y entretenida.
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