
Pero ese viernes era el cumpleaños de su jefe, y, aparte de cenar, fueron a divertirse.
Para Dani, era una noche cualquiera, acostumbraba a salir con sus amigos los fines de semanas para ligar.
Y raro era la noche que no triunfaba.
Pero cuando aquella noche él se acerca a ella, se besan y hacen el amor, ninguno de los dos podía imaginar lo que se desencadenaría después.
Las coincidencias, las verdades a medias y el miedo de Sara a no poder aportar nada más que un final escrito, hacen que la relación entre ellos sea delicada, y Dani tendrá que poner todo de su parte para que Sara confíe en él.
Porque ahora que la había encontrado, no estaba dispuesto a perderla, haría cualquier cosa por ella.
Pero esa confianza se rompe y los arrastra a ambos a ese final escrito.
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