
Ramón Akal, el editor, es un viejo conocido: editor de los que quedan pocos, quizás ninguno más como él…
Gracias a su valentía, su compromiso, su honestidad, manuscritos rechazados por centenares de editoriales, por osar plasmar negro sobre blanco verdades incómodas, han sido leídos por miles y miles de librepensadores, que no se someten a la borreguez de la masa o a los mandatos de Gobiernos y sus castas parásitas.
Gracias a su valentía, su compromiso, su honestidad, manuscritos rechazados por centenares de editoriales, por osar plasmar negro sobre blanco verdades incómodas, han sido leídos por miles y miles de librepensadores, que no se someten a la borreguez de la masa o a los mandatos de Gobiernos y sus castas parásitas.
0 comentarios:
Publicar un comentario