sábado, 18 de septiembre de 2010

LAS MUERTAS

Publicado por Lucky en 19:01
Incluye los siguientes libros:
Dos crímenes (DOC)
Estas ruinas que ves (DOC) La ley de Herodes (DOC)
Las muertas (RTF)
Los pasos de López (DOC) Los relámpagos de Agosto (DOC)
Maten al león

Se trata de una crónica novelada, de una historia descarnada y recreada a partir de la investigación periodística, inspirada en el caso real de “Las Poquianchis” (las hermanas Baladro, de acuerdo al autor: lenonas que se vieron envueltas en una serie de crímenes y abusos en el bajo mundo de la prostitución). En esta reseña me voy a centrar únicamente en el libro, ya que hay una gran cantidad de información sobre lo acontecido y no pretendo hacer un comparativo.

El propio Ibargüengoitia inaugura la novela diciendo:
“Algunos de los acontecimientos que aquí se narran son reales. Todos los personajes son imaginarios.”
Ensamblada de acuerdo a distintas voces que complementan y redondean los sucesos, el autor nos ubica en una región de la provincia mexicana de los años cincuenta, reproducida de acuerdo a su imaginario Estado del Plan de Abajo.

Inicia con la venganza que Serafina, una de las madrotas o Lenonas, pretende realizar en contra del panadero Simón Corona, quien había sido su amante. El tiroteo ocurrido en la panadería da lugar a que la policía centre su atención en este hombre y a que le cuestione su probable participación en una inhumación clandestina, supuestamente propiciada por Serafina Baladro. Pensando en que afectaría únicamente a la mujer, consiguió seis años de cárcel para sí mismo con su declaración. Más adelante se retoma este episodio para complementar la investigación de las autoriadades.

Pronto se evidencia el hecho de que el negocio fue iniciado por Arcángela Baladro, quien era prestamista, situación que la llevó a quedarse con una cantina que comenzó a regentear exitosamente. Más tarde, gracias a su amistad con un político, pudo abrir un segundo negocio, en San Pedro de las Corrientes: el famoso México Lindo.
Por razones éticas, su hermana Eulalia se negó a administrar el primer establecimiento, por lo que Arcángela se lo ofreció a Serafina, quien aceptó de buen grado
Los testimonios de las empleadas se intercalan con los de las madrotas, por lo que el relato se enriquece y va tomando forma a través de distintos puntos de vista, sin que se pierda la objetividad narrativa en ningún momento.
Las hermanas Baladro compraban a muchas de las jóvenes con engaños, haciéndoles creer -a ellas o a sus familiares- que trabajarían como empleadas domésticas.

Tiempo después abren un tercer negocio, el Casino del Danzón, en Concepción de Ruiz, un pueblo “pequeño y olvidado, casi secreto”.
El capitán Bedoya, amante de Serafina, se convierte en pieza angular en el desarrollo de los acontecimientos. Por otra parte, a la inauguración del Casino asisten figuras más o menos importantes, influyentes y relacionadas con la política, que por mucho tiempo y mediante la gratificación correspondiente, favorecieron a las Baladro.

Los acontecimientos se precipitan cuando al gobernador Cabañas se le ocurre prohibir la prostitución en el Plan de Abajo, ya que así convenía a sus intereses políticos. Se clausuran dos de los establecimientos de las hermanas, por lo que se dedican a trabajar únicamente en el México Lindo, apoyadas por Bedoya. Sin embargo, la muerte del hijo de Arcángela propicia la orden de cerrar también este negocio, lo cual se hace bajo un pretexto cualquiera.
Tras estos sucesos, las hermanas deciden esperar a que el problema se resuelva, conservando a las muchachas y ocultándose en el Casino del Danzón, accediendo a él a través de una casa vecina.
La vida secreta que se llevó en ese lugar propició que las cosas salieran de su cauce, que algunas de las mujeres murieran por diversas circunstancias, y que fueran enterradas en el corral para evitar a la justicia. Otras de las prostitutas fueron encerradas, mal alimentadas y vejadas. El abuso del poder, el maltrato y el considerarlas como simple mercancía de la que podían disponer a su antojo, fue determinante para que muchas de ellas se unieran en causa común.
Por otra parte, la adquisición de un rancho hace que Eulalia Baladro y su marido, Teófilo Pinto, se involucren y se comporten de manera criminal (cosa que habían rechazado en un principio): dos de las muchachas que habían sido encerradas en la troje del rancho como castigo a ciertas acciones, fueron baleadas por Teófilo mientras intentaban escapar, por lo que se las sepulta en pleno campo.
Por si fuera poco, Arcángela inicia una etapa de economías y las empleadas se ven obligadas a llevar una dieta extremadamente modesta y a continuar confinadas y acechadas. El ambiente caldeado se vuelve cada vez más asfixiante e insoportable a lo largo de los dos años que permanecieron en ese lugar.

En este punto se enlaza el suceso inicial entre Serafina y Simón Corona, el panadero, quien había declarado en su contra. Se da la orden de aprehenderla, y es el inspector Cueto (que aparentemente había sido sobornado por las hermanas en algún momento), quien finalmente descubre los cuerpos enterrados en el corral, libera a las mujeres que habían sido encerradas en el rancho, y arresta a las Baladro, mientras se disponían a escapar.
Una vez capturadas junto con otros participantes de estos eventos, el juez divide a los detenidos en víctimas y culpables. Día tras día, las empleadas modifican sus declaraciones en contra de las Baladro, por lo que la lista de víctimas se incrementa.
Dos de los testimonios:
"... que la misma señora Arcángela Baladro le dijo en otra ocasión: 'aquí te dejo estas cuatro mujeres, cuídalas bien. Si ves que alguna se quiere ir, le suenas con la carabina que te di para que cuidaras las vacas'. Por eso dice el declarante que al disparar no hizo más que obedecer órdenes."
"... que cuando llegaron al rancho Los Ángeles una mujer llamada Rosa N se puso muy enferma y que la declarante vio que la mujer que tiene por mal nombre Calavera, se acercaba a la enferma y le decía, 'voy a hacerte un té de orégano', que después fue al brasero y puso agua a hervir, a la que echó varios ingredientes que la declarante ignora qué fueron, que vio como la susodicha Calavera ponía el té en un jarro y se lo daba a beber a la enferma, la cual murió pocas hora después y fue enterrada en un agujero que hizo en el suelo el individuo apodado Ticho." Los ocurrido pronto llega a oídos de la opinión pública e incluso se magnifica a través de la nota roja “…, dio origen a la idea de que durante muchos años las hermanas Baladro habían tenido por ocupación la de asesinar mujeres y arrojarlas a los lados de la carretera o enterrarlas en un rincón del corral”. A partir de acontecimientos reales, Jorge Ibargüengoitia hace una estupenda e imparcial recreación en la que expone una situación espantosa, ocurrida en poblaciones aparentemente tranquilas, pero que encerraban, en este sentido, una sordidez impresionante. La ignorancia, la miseria que propicia la compra-venta de mujeres, la inmoralidad y la corrupción política -donde casi todos se confabulan para proteger sus propios intereses-, entre otros aspectos, quedan expuestos en una historia que despertó el interés nacional principalmente a través de la prensa amarillista, y que llegó a cobrar tintes legendarios. Sin dejar a un lado la parodia y el humor que lo caracterizan (aunque no se acentúan tanto como en otras obras), el autor nos presenta una historia tan cruda y descarnada como sórdida e inhumana, sin caer en excesos sensacionalistas.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

GRACIAS POR POSTEAR ESTOS LIBROS!!! LLEVABA ALGUN TIEMPO BUSCANDOLOS, SON EXCELENTES

 

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