
Una fría mañana de Enero de 1947 el cuerpo desnudo de Elizabeth Short fue encontrado en las afueras de la ciudad angelina. El cadáver se encontraba cortado a la mitad por la cintura. Fuertes cuerdas sujetaban brazos y piernas, su delicado rostro molido a golpes y sus senos y órganos sexuales habían sido mutilados.
Lo más escalofriante es que la aspirante a actriz había sido partida por la mitad aún estando viva. La brusquedad de los cortes, hacían suponer que la mujer había sido serruchada luego de ser golpeada salvajemente con un objeto contundente mientras su cuerpo colgaba boca abajo. La única pista del asesino se encontraba en las páginas de su agenda.
Varias docenas de nombres masculinos se hallaban anotados en la libreta, algunos procedentes de Texas, Florida y hasta Chicago. El nombre del sospechoso en esta ciudad nunca se comprobó, al parecer el hombre le había dado a la desafortunada mujer una identidad y dirección falsa.
Varios meses después del grotesco asesinato hubieron varias personas que se entregaban a las autoridades asegurando ser el verdadero asesino de la Dalia Negra. Sin embargo sus relatos no concordaban con los sangrientos hechos. A casi 50 años del abominable crimen, este archivo continúa en investigación por el Departamento de Policía de Los Ángeles.
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