Se suponía que esta iba a ser su feliz para siempre...
Es un cuento familiar: Una joven amable y hermosa, tambaleándose por la pérdida. Un padre cariñoso, frenético por traer el amor de una madre de vuelta a la vida de su hija. Y la mujer egoísta y cruel que se insinúa a sí misma en esa familia, una mujer tan insensible, tan fría de corazón, que cuando su nuevo esposo muere, hace de la niña una sirvienta en su propia casa.
Pero, ¿quién es esa madrastra malvada, esa gélida dama de la casa? ¿Cómo llegó a estar tan cerrada que, ante el dolor de un niño, pensó sólo en buscar riqueza y poder para ella y sus abominables hijas?
Antes de ese fatídico baile, antes de la zapatilla de cristal y el príncipe, había otra historia: una historia de amor y dolor, de esperanza y de sueños frustrados. Es la historia de Lady Tremaine.
Incluso los más fríos de los villanos son a veces esposas y madres, mujeres que amaban y perdían y esperaban algo más grande para sus vidas. . . érase una vez un sueño.
PD: Cronológicamente esta historia se sitúa entre el libro 3 y el 5
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