En algún momento de la historia, el mundo se fue a la mierda y el nivel del mar subió tanto que ocultó parte de las ciudades. En NYork, la antigua Nueva York, los supervivientes viven (o más bien sobreviven) organizados en diversos clanes. Sin embargo, algunos de estos clanes se han unido entre ellos oprimiendo a los más pequeños. No voy a contar mucho más de la historia porque quiero que la averigüéis vosotros leyendo el libro.
Hay muchísimos personajes en la novela. Tantos que al principio me agobié porque eran demasiados nombres para tan pocas páginas y no me aclaraba sobre quién era quién. No obstante, a medida que avanzamos empiezan a sonar con más frecuencia determinados nombres y poco a poco nos vamos haciendo con ello.
Syren, la protagonista indiscutible de la historia. Es cabezota, valiente a su manera e indecisa a partes iguales. Busca siempre lo mejor para todos, pero siempre acaba hiriendo los sentimientos de sus seres queridos. Me ha gustado por la sencilla razón de que no es perfecta y que se equivoca, no sabe expresar a veces lo que siente o piensa.
Logan le da un toque diferente a la historia. Es mi personaje favorito de toda la novela porque estierno, considerado, valiente, un poco torpe, y se expresa de forma totalmente diferente, lo que hace que destaque.
Tengo que reconocer que me costó bastante meterme en la historia. Por más que leía no conseguía avanzar y, aunque tiene acción, no es una novela trepidante.
Uno de los grandes peros de la novela es el triángulo amoroso que aparece en ella. Resulta obvio en cuanto aparece el tercer personaje en discordia. Nunca me han gustado los triángulos y, aunque ahora ya no aparecen tanto, me siguen desagradando (está demasiado trillado el tema).
El otro gran pero está relacionado, también, con la parte romántica de la historia. Como no era ya suficiente lo anterior, la autora decidió meter un amor a primera vista que chirría y flojea por muchos puntos. No está bien construido. No obstante, la relación de esos personajes evoluciona y hace que el flechazo no sea tan escandaloso. Aún así, podía haberlo hecho de otra manera.
La ambientación me ha agradado porque logra distanciarse de otras distopías para mostrar una organización muy original. La división de clanes y la evolución y las mutaciones de algunos de estos para adaptarse a las nuevas condiciones me ha parecido singular y muy buena.
Justine Evans sabe cómo enganchar al lector, ya que las primeras páginas son de acción pura para que los lectores no suelten el libro, aunque luego todo se dilata y se vuelve más denso, tengo que aplaudir ese inicio tan insólito.
El final, aunque se mueve dentro de lo predectible, logra sorprender un poco (yo no me esperaba la decisión que toman los personajes). Creo que es un final bastante a la altura. En cuanto a si es autoconclusivo, se podría decir que sí. Cierra lo que empieza, pero te quedas con la duda de qué les pasará a los personajes. Es esa pequeña rendija lo que me deja con la intriga. Bien puede quedarse como está, pero si hay una segunda parte, yo sería una de las que la leería.
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