En mitad de la guerra que desgarró al mundo, una madre quiere un hijo y una hija necesita a una madre.
Invierno de 1939. Danusha y su familia se ven obligados a huir de su hogar cuando los nazis invaden Polonia. La madre de Danusha, Anna, se cambia el nombre y consigue un puesto como ama de llaves en la mansión de un médico alemán en Cracovia, en cuya cocina se reúnen altos cargos de la Gestapo.
Su secreto es su salvación, pero lo que más recuerda Danusha es la soledad, con la única compañía de su hermanito y la niña del espejo.
Todo lo que Anna siempre quiso fue un primogénito. Lo único que Danusha quería era una madre que la quisiera como a un primogénito. En lugar de eso, tuvo a una que podía mirar a un nazi directamente a los ojos, pero no a los ojos de su propia hija.
Solo años más tarde, cuando sus vecinos se reúnen en el salón para escuchar las historias de Anna, Danusha se da cuenta por fin de que su madre nunca fue un frío mar desconocido, sino un cielo azotado por la tormenta, a veces brillante, a veces oscuro, y siempre velando por ella.