Tal y como la conocimos en Mi color favorito es verte, Pilar vuelve a desnudarse ante el lector y le atrapa en una nueva novela divertida, entrañable y desgarradoramente humana. Sus peripecias tras quedar finalista del Planeta, su amor por Sebastien, sus peculiares relaciones de amistad y familia y todos sus intentos para encontrar el elixir de la eterna juventud quedan reflejados con maestría en Nomeolvides, una novela tan divertida y tan de verdad como la propia autora.
Novela aparentemente autográfica cuya narración comienza la noche de la ceremonia en el que se falla el Premio Planeta 2014, y Pilar Eyre como firme candidata para llevarse el galardón con una novela también autobiográfica “Mi color favorito es verte” en la que cuenta su apasionada aventura con un señor francés que conoce una noche de verano en la Costa Brava, pero que la deja muy marcada, tanto que no cesa en su empeño de volver a encontrarse con él.
“Nomeolvides” sería la continuación de “Mi color favorito es verte” en donde asistimos desde cómo se arregla para asistir a la ceremonia del galardón (retoque estético incluido), cómo se siente el quedarse finalista, la promoción comercial posterior, la relación con la gente que la rodea, y el nexo a todo ello, la obsesión por volver a ver a ese hombre de aquella noche de verano.
Una novela divertidísima desde el mismo comienzo. Sin embargo, al mismo tiempo, una
historia que, de ser cierta, sería demasiado sincera. Se abre en canal al lector. Descubrimos cómo piensa, políticamente incorrecta muchas veces, su desinhibición para hablar y hacer, pero sobre todo cómo siente, que incluso podría llegar a costar entender esa obsesión por encontrar a ese hombre.
Y sí, la vida siempre da una segunda oportunidad, que le llega a ella en forma de reencuentro con ese hombre que hasta la lleva a plantearse lo que ha sido su vida hasta ahora.
Merece la pena.