Diosas de Hollywood de Cristina Morató, nos traslada a la época dorada de Hollywood y hace un recorrido por la vida de cuatro de las actrices más famosas y emblemáticas de la época, más allá del glamour: Ava Gadner, Grace Kelly, Rita Hayworth y Elizabeth Taylor.
Cristina Morató, en Diosas de Hollywood nos descubre el lado más humano de estas inolvidables estrellas del siglo XX, protagonistas de una vida mucho más intensa y dramática que la de cualquiera de los personajes que interpretaron en la gran pantalla.
Ava Gardner, Rita Hayworth, Grace Kelly y Elizabeth Taylor fueron las estrellas de cine más admiradas y seductoras de su época. Más allá del lujo y el glamour eran mujeres de carne y hueso, vulnerables, tímidas e inseguras que solo deseaban ser amadas.Cuatro actrices que detestaban la tiranía de los grandes estudios donde, según confesaba la propia Ava, las trataban “como si no tuviéramos alma” y las moldeaban a su antojo.
Un Hollywood dorado donde los jefes de los estudios abusaban de su poder y el silencio era la norma. Rita Hayworth sufrió en carne propia el acoso de Harry Cohn, el mandamás de Columbia Pictures, un depredador sexual a la altura de Harvey Weinstein que arruinó su carrera e hizo de su vida un infierno.
Un Hollywood que explotaba a las actrices y que ejercía un estricto control sobre sus vidas obligándolas a firmar una cláusula de moralidad. Ava Gardner y Liz Taylor tuvieron el valor de enfrentarse a los poderosos magnates de la industria como Louis B. Mayer quien, desde su trono, decidía sobre los divorcios, matrimonios y abortos de sus estrellas.
Cuando la Taylor pidió un millón de dólares por protagonizar Cleopatra, fue su particular venganza contra la Metro Goldwyn Mayer que le robó la infancia y la juventud. Todas odiaban el star system y abandonaron Hollywood en la cima de sus carreras.
Más allá de la gran pantalla sus vidas estuvieron marcadas por los escándalos: divorcios, adicciones y malos tratos. Alejadas de los focos, acabaron sus días solas, enfermas y refugiadas en sus recuerdos. Sin embargo, su leyenda sigue más viva que nunca porque fueron protagonistas de una vida mucho más intensa y excitante que la de cualquiera de los personajes que interpretaron en sus películas.