María reposa y una serie de figuras queridas desfilan de nuevo: Alex Berger, su hijo Quique, Lara, Negrete; el canto de sirena nunca escuchado de Hollywood, el encanto de París; Pablo, su hermano, y la sombra del incesto. También desfila La Doña junto a María, esa dualidad en la que transcurre una de las vidas más enigmáticas de la cultura mexicana.
En Acuérdate, María, el autor se adentra en los pensamientos finales de la última diva del cine mexicano para repasar toda una época y mostrarnos en profundidad toda la fortaleza de quien asumió el costo de ser figura, genialidad, belleza y tragedia en una sola toma.
¿Cómo es la muerte para una figura inmortalizada en las cintas del Indio Fernández, en poemas y en las canciones de Lara, en los fotogramas de Gabriel Figueroa y en su propio mito? La diva reposa y advierte que su hora final se aproxima. Su calmada agonía le permite repasar esa vida entre el glamour y la tragedia; la formación a fuego y fuerza, templada por el desierto y la vocación de ser jinete de su destino.
Una hora final que se aproxima solo para coincidir con el aniversario de su nacimiento y así hacer más grande la leyenda: con la muerte, una nueva historia comienza. María reposa y una serie de figuras queridas desfilan de nuevo: Alex Berger, su hijo Quique, Lara, Negrete; el canto de sirena nunca escuchado de Hollywood, el encanto de París; Pablo, su hermano, y la sombra del incesto.
También desfila La doña junto a María, esa dualidad en la que transcurre una de las vidas más enigmáticas de la cultura mexicana. En Acuérdate, María, el autor se adentra en los pensamientos finales de la última diva del cine mexicano para repasar toda una época y mostrarnos en profundidad la fortaleza de quien asumió el costo de ser figura, genialidad, belleza y tragedia en una sola toma.