Sin embargo, la amenaza de los dioses se cierne sobre la familia real. Un adivino ha anunciado que el sucesor de Keops no pertenecerá a su familia, sino que será el recién nacido hijo del gran sacerdote de Ra. Decidido a alterar el rumbo del destino, Keops ordena la muerte del bebé, pero, con la ayuda de una sirvienta, el niño consigue escapar, y crecerá hasta convertirse en una seria amenaza para el faraón.
Con su habitual capacidad para sumergir al lector en el ambiente de épocas pasadas, Mahfuz recrea en esta ocasión la vida en la corte durante la IV dinastía, una de las épocas más apasionantes del Egipto de los faraones.