Ella llegará a su vida para darle un nuevo giro. La entrega absoluta, la creencia en ideologías y las ganas de cambiar la realidad harán que Egbert sea capaz de dejarlo todo y quedarse, si es necesario, sin nada.
A veinticinco años de su publicación, Paseo de la Reforma no pierde vigencia y la escritura de Elena Poniatowska constata su frescura, su sentido del humor, su habilidad para jugar con nosotros como lectores y de envolvernos en un México que pareciera que fue dorado en sus letras, pero que también deja ver la frivolidad que las envuelve.