En 1888, en el castigado barrio de Whitechapel, un asesino siembra el terror matando a prostitutas de una forma brutal.
Mientras tanto, muy cerca de allí, Joseph Merrick, cruelmente apodado el Hombre Elefante, por fin ha hallado la paz en una habitación del London Hospital. Vive recluido al fondo de un pasillo, alejado del resto de enfermos y sin apenas contacto con el exterior. Eso, al menos, es lo que cree el doctor Treves.
El joven deforme ha encontrado la manera de salir por las noches sin ser visto y entablar una amistad prohibida. Pero no será el único paciente que guarde un secreto. Alguien más ha sido alojado en el apartado corredor y pronto mostrará su verdadera cara.
Cuando Joseph, desde las sombras y tras su capucha, presencie uno de los crímenes de Jack el Destripador, todo cambiará para siempre.
¿Quién es el verdadero monstruo?
Me ha gustado mucho esta historia con la figura de Jack el Destripador de fondo, que sin ser un personaje en si mismo de la novela, está muy presente porque nuestros protagonistas van tras él, quieren descubrir su identidad, cosa que parece un tanto complicada.
Con dos personajes que destacan: Spencer y Joseph ,el llamado El hombre elefante , relegados a vivir ocultos de la sociedad por su apariencia física, confinados en un hospital.
Aparte del tema que trata esta historia sobre los asesinatos de Whitechapel, para mí ha sido un laberinto de emociones, sientes pena y rabia por el trato hacia Joseph, una persona necesitada de cariño, amistad y aceptación, Alejandra ha sabido darle una humanidad, una bondad... la lealtad que siente hacia quien considera sus amigos y un sentido de la justicia increíble en una persona tan castigada durante toda su vida hacen de Joseph un personaje enternecedor.
Pero dejando de lado al personaje, esta historia es sencillamente espectacular, llena de intriga, secretos, muertes y con un final brutal.
No puedo mas que recomendar a esta escritora.