Stephen King, el narrador legendario de imaginación incontenible, nos regala una espectacular novela sobre un buen tipo con un trabajo muy malo.
Billy Summers es un asesino a sueldo y el mejor en lo suyo, pero tiene una norma: solo acepta un encargo si su objetivo es realmente mala persona. Ahora Billy quiere dejarlo, pero todavía le queda un último golpe. Y siendo uno de los mejores francotiradores del mundo, un veterano condecorado de la guerra de Irak, un auténtico Houdini cuando toca desaparecer después de finiquitar un trabajo, ¿qué podría salirle mal? Todo.
Cuando Stephen King se centra, ya desde el título de su novela y de manera tan palmaria, en un personaje, podemos abrocharnos los cinturones porque vienen curvas. No es que vayamos a encontrarnos quizás con su mejor novela (o quizás sí). Lo que está claro es que vamos a disfrutar de uno de sus alucinantes viajes a la psique humana. Ocurrió con «La chica que amaba a Tom Gordon» o con la Carrietta White de «Carrie». Personajes absolutos sobre los que pivota un mundo absorbido por ese prisma particularísimo, y casi siempre oscuro, del protagonista de turno. Y ya sabemos que la cuestión es deformarlo todo, transformar lo que existe, siempre bajo la percepción humana, para acabar llegando al miedo o la culpa capaces de ensombrecer hasta el día más soleado.
Hoy le toca a Billy, un exmilitar condecorado por su desempeño en Irak, un tipo tan solitario como la niña abandonada en el bosque que amaba a Tom Gordon o como la Carrie asomada a la furia más salvaje frente al odio de los demás…
Cada cual sobrelleva sus filias y fobias como puede y le dejan. El hecho de que Billy tenga siempre su pistola cargada no es más que gajes de un oficio que quisiera abandonar para siempre. ¿Si le resulta sencillo esconderse una vez que su víctima cae al suelo abatido como el último encargo, ¿por qué no va a poder hacer lo mismo con quien le mandan matar?
Pero quizás no sean ellos quienes lo acaben buscando si consigue huir de todo. Porque al matar a otros algo dentro se desconecta de este mundo para conseguir ejecutar de manera fría e indolora para la conciencia. Y ahí uno está vendiendo su alma a un diablo anhelante de más y más muerte.Aunque su nombre suene a fiesta, Billy veranos va a sumirse en el peor invierno que jamás haya conocido. La cuestión es que tú irás con él, sin saber muy bien los motivos que te empujan hasta el infierno que quiera que vaya.