México ocupa uno de los primeros lugares en el mundo en abuso sexual infantil: ¿cuántas vidas destrozadas más deben ocurrir para confrontar con real justicia esta tragedia? El abuso sexual infantil es una práctica condenable que daña profundamente a los seres más vulnerables de nuestra sociedad.
María Antonieta Flores Astorga, experta en la materia por años de investigación, incluso con amenazas severas por su trabajo, ofrece en este libro un repaso minucioso, trágico e indignante de lo que la violación, la pornografía, la trata y el acoso a niñas, niños y adolescentes provoca en las víctimas.
La periodista revela los nombres y los hechos de pederastas y violadores que van desde empresarios hasta representantes de la iglesia, juezas y abogados que, con las autoridades, encubren estos delitos, así como funcionarios, profesores, maestras o directoras de escuelas cómplices del abuso sexual infantil. En la investigación se ofrecen testimonios desgarradores de víctimas que advierten que la vejación no concluye con la comisión del delito: ahí inicia el infierno, pues las secuelas los lac eran toda su vida.
El propósito de esta investigación es denunciar estas prácticas que mutilan la infancia y exigir que no quede impune ningún ataque a los menores de edad, impulsar de manera radical la seguridad cibernética para que ningún niño, niña o adolescente sea grabado o fotografiado para ofrecimiento de los demonios que los asedian de forma bestial, en suma, decir basta a todo aquello que lastime a las infancias de México y el mundo.