Los Angeles, 9 de agosto de 1969. La actriz Sharon Tate y otras cuatro personas aparecen asesinadas en medio de una espantosa orgía de sangre. Mientras la noticia recorre el mundo, en la misma ciudad se comete otro crimen escalofriante, esta vez las víctimas son el matrimonio LaBianca.
La máquina policial se pone en marcha: Charles Manson y algunos miembros de su «familia» —tres muchachas y un joven— son detenidos. Así se inicia uno de los procesos más largos y complejos en la historia de los tribunales americanos.
Todo el mundo pudo seguir paso a paso las incidencias de este juicio, gracias a la frenética actividad desplegada por la prensa, la radio y la televisión. Pero las cuestiones de fondo continuaban ocultas:
¿Por qué aquellos asesinatos sin un motivo aparente?
¿Qué oscuras razones animaban a Manson?
¿Cómo y por qué fascinaba a los componentes de su secta?
¿Por qué aquellos adolescentes habían huido de sus hogares?
Nadie podía responder mejor a estas preguntas que el hombre que acusó a Manson ante los tribunales: Vincent Bugliosi. El fiscal Bugliosi ha realizado un enorme trabajo de recopilación de datos y de interpretación de los hechos.
Por un lado, con la colaboración de Curt Gentry, y en la línea del mejor estilo periodístico, hace la crónica detallada de los asesinatos y, por otro, revelando las costumbres y la filosofía de aquellos jóvenes asesinos, nos ofrece una visión en profundidad de un sector poco explorado de la sociedad americana.
Sacramento, 5 de setiembre de 1975. Una seguidora de Manson —Lynette Alice Fromme— intenta asesinar al presidente de Estados Unidos, Gerald Ford. El caso no está cerrado.
La obra de Bugliosi y Gentry es un testimonio estremecedor de unos sucesos ya juzgados pero que permanecen incrustados en la memoria de miles de hombres y mujeres. La pesadilla de sangre y muerte puede resurgir en cualquier momento.