Marina y Silverio viven juntos y enamorados en su pueblo asturiano de Candás a mediados de los años veinte. Con ellos, Rosita, la niña que Marina adoptó en Cuba. Su existencia transcurre de forma apacible hasta que deciden regresar a La Habana para que la joven se reencuentre con sus raíces.
Al partir, no son conscientes de que hay puertas que es mejor no volver a abrir. No pueden imaginar que toda su existencia se trastocará en el país caribeño de tal forma que quizá nunca puedan volver a reconstruirla.
María Teresa Álvarez retoma en esta apasionante novela el amor por su tierra y por las gentes que se lo jugaron todo en busca de un futuro mejor para ellos y sus hijos.
María Teresa Álvarez, autora de varias novelas sobre mujeres que han jugado un papel relevante en la historia como Catalina de Lancaster o La Infanta Paz de Borbón, publicaba en el año 2014 "La indiana", una novela cuya protagonista era una joven hija de pescadores de un pequeño pueblo ubicado en la costa asturiana, Candás, que es el lugar de nacimiento de la autora.
Ahora continúa la saga con "La hija de la indiana", protagonizada nuevamente por Marina, ya de regreso en su pueblo natal tras su estancia en Cuba.
Estamos ante una novela histórica, que retrata fielmente la sociedad española de principios del siglo XX, concretamente la de Asturias y sus dos principales ciudades, Oviedo y Gijón, así como la vida de un pequeño pueblo de la costa. Podríamos calificarla como novela costumbrista moderna, pues sin duda lo mejor del libro es su ambientación, quizá por el exahustivo trabajo de documentación llevado a cabo por la autora, que junto a la forma de vida de las clases populares nos muestra el modo en que vivía la burguesía, las obras de teatro y exposiciones que tenían lugar en ese tiempo, los libros y periódicos que se publicaban. En muchas ocasiones incluso intervienen en la trama personajes históricos reales, escritores como Palacio Valdés, la reina regente Doña Maria Cristina de Habsburgo Lorena o políticos de la época como Melquíades Alvarez.
La trama es muy fácil de seguir, muy sencilla, narrada con corrección. Lo que no me termina de convencer son los diálogos entre los personajes, sobre todo entre la pareja protagonista, los encuentro demasiado rígidos y formales, un tanto forzados y poco realistas. Por lo demás se trata de una novela recomendable, muy amena e interesante, en particular para los lectores asturianos que sin duda disfrutarán con las referencias a lugares conocidos y seguramente descubrirán muchos hechos de su historia reciente.