En este cuento conmovedor y tierno de una chica joven que vive a la sombra del Holocausto, Aharon Appelfeld teje la historia única de un individuo: Tzili.
Tzili es el miembro más joven y menos favorecido de una familia judía. Su educación ha sido un fracaso, lo único que conserva de su instrucción religiosa es una oración. Simple y humilde, pasa más tiempo con los animales en el campo que en casa con su propia familia. Así que cuando sus padres y hermanos huyen de los ejércitos invasores de Hitler, dejan atrás a la niña, y Tzili, que se ve forzada a vivir sola en el bosque, se refugia con los campesinos, encuentra el amor encontrado y sobrevive.
Aharon Appelfeld impregna su historia con una belleza desgarradora que es emblemática del destino de todo un pueblo.
Tzili, la historia de una vida es una novela histórica y social, que nos viene dada de manera muy cercana de la mano de Aharon Applefeld. Diría que no está dedicada a un público juvenil, sino más bien adulto, dado el contenido de la historia. Narra la vida de una niña que tiene que crecer sola, y la vida es muy cruel con ella.
La historia se nos presenta en tercera persona, aunque algunos pensamientos de las protagonistas son en primera persona. Conocemos los pensamientos y las inquietudes de Tzili desde su propio punto de vista, por lo que el narrador se limita más bien a describir las escenas objetivamente, y son los momentos en los que Tzili piensa cuando conseguimos meternos más en su piel; se nos transmite más el sentimiento de esta manera que narrando en tercera persona.
El libro sigue una progresión lineal en el tiempo, salvo excepciones en las que la protagonista recuerda situaciones del pasado, pero se dan pocas veces. Está organizado en capítulos muy cortos pero muy directos. Esto me lleva a hablaos del lenguaje. El autor utiliza un lenguaje muy sencillo y muy directo, lo que hace que la lectura sea ágil y el libro acaba pareciéndonos más un cuento o un relato, que una novela en sí (al menos en mi caso así ha sido).
El personaje principal es el de Tzili, por supuesto. Es una niña que se ve obligada a vagar y a salir sola adelante ya que su familia la abandona cuando los nazis comienzan a ocupar Hungría. Al principio busca alojarse en casas a cambio de su trabajo. Conoce así a Katerina, un personaje que vive en el pasado y que pocas veces regresa al presente, ya que cuando lo hace ve que su vida no volverá a deslumbrar como antes. Se aleja de ella y vive con una pareja de ancianos con la que dura aún menos que con Katerina, pues las palizas de la anciana la hacen huir en cuando el invierno llega a su fin. Después de estas experiencias, decide irse a la montaña a buscarse la vida ella sola, y se topa con Max, un judío que logró escapar de la caza de los nazis. Poco a poco van confiando el uno en el otro y van desarrollando una especie de historia de amor, que le da un toque bonito a esta historia tan dura.
El final es frustrante, porque a mi parecer es un final abierto; es decir, no hay un final definido. No llegas a saber con exactitud qué es lo que pasa con Tzili, ni con la gente de su alrededor. Sin embargo, le da un toque especial, supongo que, como todos los autores que utilizan la técnica de final abierto, Applefeld querrá que nos imaginemos nosotros mismos qué es lo que sucede con ella. ¿Acabará bien o mal? Es una decisión nuestra.
En relación con otras novelas que hablan de la Segunda Guerra Mundial y de las atrocidades que se llevaron a cabo, diré que no tiene absolutamente nada que ver con ningún libro que haya leído. No se cuentan historias concretas del Holocausto, sencillamente aparecen aspectos como la persecución, el racionamiento, la escasez de toda materia prima que tuvo lugar durante la Guerra, el miedo; pero nada concreto.
Personalmente, opino que es una historia difícil, que el autor ha conseguido transmitir con enorme talento. Sin mencionar episodios concretos de la historia, consigue que nos imaginemos lo que se vivió, dando solo algunos detalles aquí y allá a lo largo de la novela. Durante toda la novela he estado expectante por lo que podría pasar, ya que la historia está llena de giros en su mayoría inesperados, lo cual es un punto a su favor.
No es una historia para que la lean niños pequeños, porque está llena de miserias y malos ratos; sin embargo, sí que la recomiendo a las personas que estén interesadas en una nueva visión sobre ese período de la historia y aquellas que quieran leer una novela diferente a todas las demás.
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