Erosionando la justa soberanía de las naciones, la ONU se sitúa cada vez más como un super-Estado mundial, ejerciendo un control cada vez más centralizado sobre la información, la salud y la población mundial, los recursos del suelo y del subsuelo, el comercio internacional y las organizaciones sindicales; y, ante todo, sobre el derecho y la política. Es hora de que los Estados vuelvan a tomar las riendas de sus destinos pues la desaparición del estado-nación dejará a los hombres indefensos ante una burocracia supranacional que se arroga el monopolio de definir lo verdadero y lo falso, el bien y el mal, lo justo y lo injusto.
La cara oculta de la ONU es un libro no conformista, inquietante y único en su género, en que el autor analiza, con la agudeza que le caracteriza, la desviación de la ONU, y alerta frente a esta globalización llena de ambigüedades, que promueve el culto a la “Tierra-Madre” a la cual el hombre queda supeditado, mostrando al mismo tiempo que, lejos de ser una fatalidad, es un llamado a reafirmar vigorosa y urgentemente el papel de la sociedad civil y de ese capital prodigioso que es la persona humana.
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