Una historia de odio y redención.
Un pasado imposible de olvidar.
Atrévete a encajar las piezas de este cautivador rompecabezas literario.
El cuerpo sin vida de un anciano judío es descubierto en una fábrica abandonada a las afueras de Phoenix, Arizona. Lo narcotizaron, lo ataron a un pilón de madera, lo colocaron ante un muro de hormigón parecido al ‘paredón de Auschwitz’ —donde los nazis fusilaron sin clemencia a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial— y le dispararon con un Mauser Kar 98k, fusil estándar de infantería de las fuerzas armadas de la Alemania nazi. Las primeras hipótesis apuntan hacia un loco antisemita dispuesto a continuar con la ‘solución final’; pero el verdadero motivo de los asesinatos es mucho más complejo y perturbador.
El misterio está servido.
En este libro tenemos una novela policíaca que alterna entre dos líneas temporales. Una de ellas nos lleva al holocausto judío, de la mano de una de las protagonistas. Por otro lado, estamos en el presente y acompañamos tanto a los investigadores del caso como al criminal. ¿Qué unirá ambas tramas? Habrá que ir leyendo para descubrirlo.
No estamos ante una novela cargada de giros puesto que desde el inicio, el lector es testigo de lo que va sucediendo; por ello, lo interesante será conocer la motivación del mismo pero también ver cómo los policías van atando cabos para resolver el caso. Es interesante conocer la perspectiva que el autor le da a la trama yendo un paso más allá de lo habitual cuando se trata de este tema.
Acción, ritmo, investigación, pero si algún aspecto sobresale es cómo el odio mueve a las personas y las consecuencias que tiene. Cómo se puede influir en una vida tanto para bien como para mal, cómo los cimientos pueden terminar cediendo.
Una trama dura por lo que rememora, momentos crudos del pasado pero también acontecimientos cargados de crueldad motivados por un odio que no puede traer nada bueno. Asistimos a una trama que mantiene la tensión en todo momento y que equilibra muy bien ambas líneas temporales para dejarnos con ganas de más cuando se pone el punto y seguido para llevarnos de una a otra.
Con 33 capítulos y una extensión de 463 páginas, los capítulos son largos y aunque sobre el papel podría parecernos que eternizan, esto no es así en ningún momento. Es cierto que los capítulos cortos suelen dar dinamismo a las obras pero en este caso, la existencia de diálogos cumplen con esta función. Por supuesto, también tenemos momentos narrativos con sus descripciones y detalles. Todo ello bien elegido para que no cueste leer ni se haga pesado.
«Los mataré por ti» es una obra con un final cerrado y autoconclusiva. Una novela que nos traslada a Polonia y a Estados Unidos. Allí, nos moveremos por diferentes lugares siguiendo las pistas del criminal.
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