José Agustín arribó a la literatura por el camino del teatro, fue director de cine, alfabetizador en Cuba, uno de los exploradores de los resortes creativos ocultos en los distintos alucinógenos y sicotrópicos y de los intelectuales que pisaron Lecumberri por motivos no políticos. Todo ello se cuenta aquí.
Pero también, y sin proponérselo, estas páginas explican la precocidad y la lucidez de la narrativa de José Agustín, derivadas de la exploración insaciable de un mundo que hacía agua por todos lados.
0 comentarios:
Publicar un comentario