La historia contiene muchos de los ingredientes de las novelas de Stephen King (elementos similares a los de La danza de la muerte, La milla verde, La cúpula, Cell o 22/11/63, entre otras; también unas polillas que recuerdan a los ominosos gorriones de La mitad oscura),y en gran medida su inconfundible estilo. Transcurre en la ciudad de Dooling, en la ficticia región de los Tres Condados, en los Apalaches, y en buena parte en su prisión de mujeres. Novela muy coral, abundante en personajes, muchos de ellos mujeres, cuenta entre los principales a la sheriff, a su marido el psiquiatra de la cárcel, la alcaide, un funcionario del control de animales del condado con tendencia a sulfurarse y varias presas.
La trama arranca con el brutal asesinato de unos traficantes de droga y maltratadores perpetrado por una bella y más bien rarita joven desnuda, que resulta ser emisaria de un ultramundo matriarcal. Mientras, llegan a Dooling noticias de la extraña plaga que hace que las mujeres y niñas queden en un estado de animación suspendida rodeadas de unas hebras que se van convirtiendo en capullos (a medida que las mujeres desaparezcan de la sociedad muchos hombres se convertirán también en capullos, pero en la otra acepción de la palabra).
“Los cuentos de hadas son temibles. He pasado mucho miedo con ellos”, afirma Stephen King
Owen King empieza explicando la génesis de Bellas durmientes. "Se me ocurrió y le dije: '¿Papá, qué te parecería una historia en la que las mujeres se durmieran para no despertar?' Me respondió: 'Buena idea'. Y entonces le propuse: 'Escríbela'. Y él: 'No, no, escríbela tú'. Pero era algo muy distinto a lo que yo había hecho hasta entonces". Stephen King acota: "Decidimos escribirla juntos. Era solo una premisa, sin personajes ni nada. Pero surgió la idea de combinar eso de no despertar con una prisión de mujeres. Así que necesitábamos una ciudad pequeña, tipo la Maycomb de Matar a un ruiseñor, un microcosmos que puedes usar para hablar de cualquier cosa. La gran pregunta era ¿qué pasa si las mujeres se ponen a dormir y no despiertan?, ¿qué hacen los hombres?".
La novela tiene un punto de cuento de hadas. "Pero es que los cuentos de hadas, supuestamente para niños, son en realidad temibles. He pasado mucho miedo con ellos".
La trama de la novela se presta a una lectura feminista. Las mujeres se marchan a un mundo mejor y dejan a los hombres solos para que se apañen como puedan. "Era interesante ver qué pasaba, ver a los hombres tener que limpiar, sacar la roña del agujero del lavamanos. Mi madre decía que si alguien llevaba una camisa limpia y planchada había una mujer en casa". La noción de fondo es que si desaparecieran las mujeres y los hombres, "el sexo más agresivo", estuvieran solos, el mundo sería mucho peor. ¿Se definiría Stephen King como feminista? "Sí, por supuesto, si serlo significa creer en la igualdad".
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